Psicópatas, narcisistas, sociópatas: su influencia social, cultural y política

Este artículo es para recomendar que las personas empáticas tomemos conciencia sobre la existencia de estas personalidades y tengamos herramientas para detectarlas, para así estar prevenidos en nuestras vidas personales y en la política.

Introducción

Las personas sin empatía ni moral son parte de la humanidad desde hace bastante tiempo, pero actualmente vivimos bajo sistemas donde a medida que se sube de jerarquía encontramos un porcentaje cada vez mayor de ella. Por ejemplo si la presencia de psicópatas en la población general es de un 1%, su presencia en la población de CEOs o políticos se cuadruplica. Algunos van más lejos y dicen que un 20% de los CEO podría ser psicópata.

Todavía no hay un consenso científico firme sobre estas personalidades justamente porque no ha habido suficiente investigación. No se ha encontrado ni un gen ni otro marcador biológico para poder diagnosticar con precisión. El diagnóstico necesita el análisis de la conducta del individuo por un tiempo prolongado. Algunos de los psicólogos especializados (ver más abajo) incluso afirman que hay resistencia a investigar académicamente el tema, a incluirlo en la formación de profesionales, y a hablarlo en público. Lo cual dificulta este proceso.

Este artículo busca contribuir a generar y dar fuerza a una corriente de opinión para que este tema sea tomado en serio socialmente, y también para que las personas empáticas tengamos herramientas para protegernos individual y colectivamente.

Definiciones provisorias

Este apartado pueden saltearlo quienes ya están familiarizados con los conceptos (aunque si sos experto/a en el tema te pido que lo leas críticamente y me comentes si ves errores). Advierto que las siguientes definiciones hay que tomarlas con pinzas porque:

1) Se trata de tipos ideales. No existen personalidades "puras", en los hechos hay distintas mezclas. Algunos psicópatas son narcisistas también.
2) Hay contradicciones entre los psicólogos respecto a los bordes entre estas tres personalidades. Algunos pueden decir que los psicópatas son un subconjunto de los narcisistas, por ejemplo.
3) No soy psicólogo ni un especialista capacitado en estos temas, y mis fuentes pueden contradecirse entre sí. Así que hay un riesgo de que yo esté diciendo alguna inexactitud en estas definiciones. Aun así me parece importante este apartado para hilar lo que sigue.

Psicópatas: se trata de gente sin empatía, que considera al resto de personas como cosas o como medios, y por lo tanto carecen de trabas morales a la hora de destruir vidas humanas (o no-humanas) para lograr sus fines. A diferencia del estereotipo del asesino serial, la mayoría de psicópatas están perfectamente integrados a la sociedad, siendo personas de familia, profesionales, e incluso ocupando importantes posiciones de poder en la política y en el mundo empresarial. Tienden a ser manipuladores y maquiavélicos. Pueden disfrutar del dolor ajeno (sádicos) o éste puede resultarles indiferente. De cualquiera de las dos maneras, son incapaces de tener remordimiento por el daño que ocasionan.

Narcisistas: gente carente de autoestima, que construye su sentido de su propio valor sustrayendo energía mental y emocional a otras personas. Como los psicópatas, tampoco desarrollan empatía y son manipuladores. Tienden a relacionarse con las personas como anfitriones a parasitar o como amenazas a eliminar. Se les suele llamar vampiros emocionales. Cuánto más empatía tengan sus víctimas, mejor: más alimento. Pueden o no tener un delirio de grandiosidad sobre sí mismos. Están en constante competencia con todo el mundo. Si alcanzan posiciones de status y poder, se vuelven adictos a ellas. La emoción que mejor los delata es la envidia. Un arquetipo que sirve para graficar su actitud envidiosa y destructiva es la madrastra de Blancanieves.

Sociópatas: a la sociopatía también se le llama trastorno de la personalidad antisocial. Un sociópata es alguien a quien un trauma le destruyó o le impidió desarrollar su capacidad de empatía y su sentido del bien y el mal. Pueden ser gente que sufrió abusos en su etapa formativa, también gente trastornada por una socialización en la violencia extrema (ejércitos, pandillas). Se puede definir su ethos como "sólo quieren ver al mundo arder". Son los que tienen más presencia en las cárceles de los tres, pues tienden a ser más impulsivos y a no preocuparse por su seguridad (ni por la de otros). Se exponen más que los anteriores a cometer los crímenes violentos que esta sociedad penaliza.

A un sociópata se le considera una persona trastornada. Es posible que mejore a través de un tratamiento. El psicópata y el narcisista no pueden mejorar. Es más: no consideran que haya nada malo en ellos. Por eso en ellos las terapias no funcionan. Algo inquietante es que psicópata se puede nacer (hay casos en niños) pero hasta cierto punto también se pueden hacer mediante alguna ingeniería social (los nazis y otros lo han hecho masivamente, ver el podcast de Puñuel). En cuanto al narcisismo, hay quienes le consideran una pandemia de origen ambiental. Individualmente un narcisista no puede recuperarse pero socialmente puede reducirse la producción de narcisistas modificando la educación y los incentivos de una sociedad.

Aquí hay otro antagonismo social a tener en cuenta

Estoy de acuerdo con los marxistas en que vivimos en una civilización capitalista, donde la burguesía es la clase dominante, y que es beneficioso tener una perspectiva de clase. Esto es, ser consciente que existe un antagonismo social entre burguesía y clase obrera. Siendo yo parte de la clase obrera, me ha sido extremadamente útil a nivel político e intelectual saber que la clase burguesa es nuestra enemiga. Sin embargo, todo esto es apenas un ABC del análisis de esta sociedad. Faltan otras capas de complejidad. 

Una de ellas es la comprensión histórica de cómo las clases dominantes instrumentaron e instrumentan la cultura patriarcal para acumular y consolidar su poder sobre el resto de la población, y cómo la reproducción de la cultura patriarcal por parte de las clases dominadas las fragmenta y por lo tanto las incapacita para luchar por su emancipación(1). Lo mismo sucede con el racismo, el nacionalismo, el heterosexismo. Por ello el movimiento obrero no solo ha reflexionado sobre la cuestión de clase, también lo ha hecho sobre la cuestión de género, de nacionalidad, de raza, de orientación sexual. Porque han sido asuntos que demostraron ser importantes en la práctica(2) no solo para la emancipación humana sino para las luchas reivindicativas más elementales.

Una de las cosas que vengo a decir con este artículo es que hay otra capa de complejidad a agregar o por lo menos considerar para agregar: el antagonismo que existe entre gente empática y gente no-empática. En la gente no-empática agrupo a las tres personalidades que están en el título. La gente psicópata, narcisista y sociópata va a estar en la vereda de enfrente de cualquier lucha realmente emancipatoria. También hemos observado como estas personalidades han sido atraídas por organizaciones revolucionarias porque tuvieron la oportunidad de matar y ser felicitados por ellos. Ejemplos: Ernesto "Che" Guevara, Beria, Stalin. Por lo tanto, es en interés de cualquier lucha emancipatoria el mantener a estas personalidades a distancia y saber protegerse de ellas.

La violencia psicópata/narcisista a nivel micro y macro

Así como las sociedades han tomado alguna conciencia sobre el flagelo de la violencia machista, considero que vale la pena hacerlo con el flagelo del abuso psicópata/narcisista. Pues esa violencia también deja un tendal de víctimas, que hoy tienen muy poca contención o justicia.

Estar en relación con un psicópata y/o narcisista, sea como jefe, familiar o pareja, puede destruir tu vida por completo. Por eso es importante armarse de herramientas para reconocer estas personalidades y protegerse de ellas. Además de ayuda terapéutica, capacitarse con profesionales sobre estas personalidades y sus modus operandi va a contribuir a una autodefensa de las personas empáticas. El aspecto ventajoso de hacer todo esto es que aprender a protegerse del maquiavelismo y de la manipulación significa transformarse en alguien más sofisticado y poder detectar un radar para esos comportamientos, y así poder alertarnos y alertar a otros. También necesitamos políticas públicas para la asistencia a las víctimas.

Pero más allá del efecto "micro" de estas personalidades en ambientes laborales, familiares, e íntimos; también está su efecto "macro" cuando estas personalidades ocupan posiciones de poder social. Esto es algo que todavía falta explorar, pues los psicólogos se están enfocando -como es razonable- en el efecto "micro".

Exploremos, entonces.

Una cultura narcisista se está fortaleciendo ante nuestras narices

Lo primero que aparece cuando se entremezcla narcisismo y cultura son las redes sociales. Especialmente Instagram. Se culpa a estas redes sociales de haber producido una epidemia de narcisismo. Pero si bien estas redes puede crear un ambiente propicio, no son la causa. No es lo mismo ser un suelo fértil que ser la semilla.

Coincido con Iñaki Puñuel (ver podcast de más abajo) cuando dice que la epidemia de narcisismo tiene su raíz en que esta sociedad capitalista produce individuos sin o con poca autoestima. Lo cual viene bárbaro para todo un aparato industrial y publicitario que nos vende aquello que necesitamos para ser felices, completos, plenos, etc. "Sos mediocre o peor, pero si comprás este producto/contratás este servicio, vas a ser genial". En ese contexto el narcisismo aparece como una estrategia (anti-social) de supervivencia. Si no puedo construir un sentido de mi propio valor a través de la autoestima, lo construyo vampirizando emocionalmente otros.

Masculinidad, feminidad, y modelos narcisistas

De lo que sí creo que puede culparse a las redes sociales, junto al aparato publicitario, es de la promoción de ciertos rasgos narcisistas como normales o como virtudes a emular. El "hombre sigma" es uno de esos ejemplos, dirigido a varones jóvenes. A diferencia del "macho alfa" (el empleado del mes del sistema, exitoso en todo lo que la cultura patriarcal exige de un hombre), el "hombre sigma" es un ideal de lobo solitario que hace sus propias reglas, que es altamente capaz pero tiene sus propios estándares de éxito, que tiene una concepción totalmente cínica e individualista del mundo, y cuya autodestrucción es "cool" de ver. Esa es la expectativa. La realidad es una gran cantidad de varones jóvenes que compensan su falta de propósito en la vida con una filosofía nihilista que justifica ser un imbécil contra otros y hasta glorifica el crimen. Padecen una falta de reconocimiento y quieren compensarla sintiéndose admirados por algún logro excepcional. Y si no es posible admirados, entonces temidos. Ahí tenemos a EEUU con sus tiroteos escolares, en su gran mayoría cometidos por varones jóvenes solitarios.

"Si los idolatrás no entendiste el punto"

El equivalente femenino del "hombre sigma" es la "mujer de alto valor". El ideal de "empoderamiento" que toma como modelos a Madonna o a Beyonce, las bravuconadas de "no necesito a ningún hombre" combinadas con la permanencia del príncipe azul, la relación cínica con el feminismo ya no como movimiento humanista de liberación sino como trampolín para la autoafirmación individual y repositorio de resentimiento contra los varones. 


En el clásico Mean Girls (2004), una adolescente inicialmente sana adquiere rasgos narcisistas mediante un grupo de amistades tóxicas. La película termina con una moraleja que critica a ese estilo de vida superficial enfocado en obtener la admiración ajena. Pero aún así, los memes generados a partir de esta película son una reivindicación de rasgos narcisistas. El personaje más celebrado por esta cultura no es la heroína que pierde su empatía y decencia y luego las recupera mediante un proceso doloroso de crecimiento personal. El personaje más celebrado es Regina George, la responsable de liderar un grupo de narcisistas y de corromper a alguien inocente para que se una a su séquito de admiradoras envidiosas. ¿Esto es casualidad?

Influencers y guerra entre los sexos

La competencia entre el narcisismo masculino y el femenino lleva a promover (aún más) la guerra entre los sexos. De un lado Andrew Tate, un multimillonario que colecciona autos y mujeres, y del otro Shakira capitalizando su despecho hacia su ex marido con su "las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan".

Los influencers "pro-varón" les hablan a los varones jóvenes sobre las mujeres como el enemigo a vencer o como la presa a atrapar. Del otro lado, las influencers "pro-mujer" les hablan a las mujeres jóvenes sobre los hombres como monstruos a evitar o como fuente de recursos de los que apropiarse.

Cada influencer pretende dar consejos a su audiencia para vivir una mejor vida, pero en realidad lo que hacen es promover expectativas irrealistas que generen una dependencia de sus productos/servicios(3). Igual que siempre ha hecho la industria de la belleza. Sin responsabilizarse por el daño psicológico, social y cultural de sus actividades. Son "externalidades".

El narcisismo de la izquierda posmoderna

Tenemos que hablar de los rasgos narcisistas en la izquierda posmoderna. Pues el victimismo que ésta promueve emite los mensajes de que si sos mujer/no-hetero/no-blanco, entonces cualquier persona de segmentos "privilegiados" está en deuda con vos y con tu grupo personalmente. Este victimismo promueve una actitud de sentirse con derecho a un trato especial y privilegiado.

El idioma inglés tiene una palabra muy precisa para esa actitud: entitlement. Es actuar bajo la creencia de que merecés un montón de cosas por el solo hecho de ser lo que sos, no por tus habilidades o tu esfuerzo. Esta es la actitud que antes era típica de los niños ricos, o de los hijos del poder. Ahora se ha expandido a otros segmentos sociales. Su arquetipo es Karen.

Por sus frutos los conoceréis. El efecto de este victimismo no ha sido un incremento de la solidaridad y de la convergencia entre la emancipación de distintos grupos hacia la emancipación humana integral. Los efectos han sido una competencia a ver quién es más oprimido y quién tiene más derecho a compasión y reparaciones; resentimiento y envidia hacia colectivos a los que se ha tildado de "privilegiados" aunque sean igualmente oprimidos a nivel clase. En resumen: más divisionismo, más fragmentación, más tribalismo.

La crianza y educación de nuevos narcisistas

Por último, podríamos hablar del narcisismo que resulta de los nuevos modelos de crianza y educación. Una generación completa de m/padres, docentes y psicólogxs viene promoviendo, desde buenas intenciones y desde el rechazo a la antigua crianza/educación autoritaria, decirle a los niños/adolescentes que son especiales y que pueden ser todo lo que quieran ser. También les sobreprotegen de cualquier cosa que los frustre o que los ofenda, y exigen que el resto de la sociedad extienda esa sobreprotección, cambiando cualquier cosa que pueda frustrar u ofender a sus criaturas. Al rechazar el sistema de premios y castigos, se han ido al otro extremo de no recompensar diferencialmente el éxito ("lo importante es participar") y de la ausencia total de castigos ante conductas antisociales (ya que el castigo es "punitivista").

La gente que cría/educa bajo esas directrices no suelen ser narcisistas; por el contrario lo más frecuente es que estén inspirados por el amor y las buenas intenciones, y que tengan un fuerte rechazo hacia la crianza/educación autoritaria a la que ellos (o sus m/padres) fueron sujetos. Pero no están pensando claramente sobre las consecuencias de lo que hacen. Están llevando adelante un experimento con los niños y adolescentes, sin la conciencia de que lo que están haciendo es un experimento, y por lo tanto de manera irresponsable (sin grupos de control, sin revisión de pares, sin evaluar sus propios sesgos).

Este tipo de crianza y de educación está generando personas que creen que el mundo gira alrededor de sus deseos y su comodidad, que no aprenden a lidiar con frustraciones, que dependen completamente de la validación externa para su sentido de autovalor. Recordemos la relación del narcisismo con la falta de autoestima. Esto no sólo es perpetuar el narcisimo, también es perpetuar la depresión.

Ideas para contraatacar a esta cultura narcisista

  • Protegernos y proteger a otros de lo que destruye nuestra autoestima.
  • Alejarnos de los influencers y de las "guerras culturales" como hombres vs mujeres.
  • Combatir a la izquierda posmoderna, en su teoría y en su práctica.
  • Nuevos modelos de educación y la crianza: ni los antiguos modelos autoritarios ni los nuevos modelos pro-narcisistas.

Combatiendo a los psicópatas en la política

A la hora de jugar un juego como la política (donde tenemos enemigos), siempre conviene conocer a nuestros enemigos lo suficiente para ponernos en su lugar, saber lo que quieren, y anticipar lo que pueden llegar a hacer. La utilidad teórica de comprender a las personalidades no-empáticas es evitar cometer el error de pensar que son como nosotros pero "crueles" o "corruptos". Eso es subestimarlos. Cuando tenés un enemigo que no tiene empatía, hay ataques que no van a servir contra él/ella. Por ejemplo los destinados a causar vergüenza por haber hecho algo inmoral o remordimiento por el dolor que le causó/causa a sus víctimas.

Hay un ataque propio del progresismo y la izquierda cuando discuten política pública, donde en vez de defender a una política social por sus beneficios, buscan atacar a su crítico como alguien egoísta o anti-solidario. Más de un psicópata está a favor de eliminar políticas sociales sin importarles el daño que eso va a ocasionar. Atacarle por su egoísmo y su falta de solidaridad es, primero, apenas rascar la superficie. Y segundo, es contraproducente, porque semejante ataque se puede neutralizar con frases como "acá importan los argumentos/los datos y no tus emociones/tu ideología". Con esa respuesta el psicópata (cuya propuesta es por ejemplo privatizar la enseñanza o el sistema de salud) queda como alguien racional que se guía por hechos y lógica, mientras el defensor de las políticas sociales queda como alguien que se deja dominar por sus emociones o está guiado por algún interés inconfesable(4). De manera que para defender políticas sociales conviene hacerlo con datos fidedignos y buena lógica, en vez de con apelaciones a la compasión o la solidaridad. Si hay que atacar a los psicópatas es por su ignorancia y sus falacias; y si se los atrapa mintiendo, tanto mejor.

Sea para defendernos de los psicópatas en nuestra vida íntima o en política, es clave centrarnos en los hechos. Los hechos son mucho más difíciles de retorcer que las palabras o que los números. No es casual tanto ataque a la sensatez basada en evidencia que está habiendo en esta cultura. El ataque a la verdad con la pos-verdad, el ataque a los datos con el relato. Incluso la instrumentación de la espiritualidad para atacar a la razón y de la conspiranoia para atacar a la ciencia. Todo esto genera un suelo fértil para que los psicópatas con habilidad lingüística puedan prosperar. Si una pareja o familiar te dice que te quiere pero te maltrata y abusa de vos, no te quiere. Si un político te dice que le interesa el bien común pero usa su posición para robar y enriquecerse, no le interesa el bien común.

También es importante señalar la presencia de psicópatas/narcisistas/sociópatas en posiciones de poder para construir otro punto de condena a esta civilización. Si las instituciones más importantes de este sistema tienen una alta presencia de esta gente, es porque ellas mismas atraen a ese tipo de gente. Dicho en criollo: Hay que ser una mierda de persona para alcanzar una posición de poder en este sistema, y al mismo tiempo las personas de mierda son las que más ambicionan esas posiciones. Esto pone en un lugar muy difícil a las ilusiones reformistas de preservar las mismas instituciones pero cambiar su liderazgo por "gente buena".

El dominio de la gente anti-empática crea situaciones donde la gente decente, forzada a sobrevivir, no sólo tiene que soportar situaciones indignas sino comprometer su decencia y terminar renegando de su empatía. Los psicópatas aprovechan este ambiente para atacar tanto a la empatía (asociándola con debilidad) como a la decencia (asociándola con estupidez). Nuestro contraataque debe ser una defensa y una promoción activa de la decencia y de la empatía. Pero limpiando a la empatía de la hipocresía progresista y limpiando a la decencia de la hipocresía conservadora.

Conclusión

Vengo formándome sobre este tema intensamente desde el año pasado, y relacionándolo con experiencias negativas que he tenido. Estadísticamente todo el mundo se cruzó con algunas de estas personalidades. Hay gente que tiene alguna o algunas de estas personalidades en sus relaciones estables (familiares, laborales, afectivas).

Las personas empáticas necesitamos concientizarnos sobre esta amenaza y tomar medidas de autodefensa y de apoyo mutuo. No es realista que todos nos convirtamos en expertos y es odioso ponerse a diagnosticar gente a partir de una o dos interacciones. Pero sí es posible y deseable que conozcamos las señales de alerta de estas personalidades para protegernos en la familia, en el trabajo, en nuestro círculo afectivo.

Lo anterior en el plano personal e íntimo. En el plano colectivo, necesitamos resistir la cultura narcisista que ataca a la decencia, la empatía y la compasión. Eventualmente tendremos que reclamar ciertas políticas públicas en defensa de las personas empáticas, como por ejemplo la asistencia a víctimas de abuso psicópata/narcisista. Y paralelamente, el paso político radical, que empieza por imaginar una sociedad donde este tipo de personalidades nunca pueda tener el poder que tiene hoy sobre nuestras vidas.

Anexo: Recomendaciones para formarte sobre este tema

Comparto tres podcasts donde se entrevista a psicólogos especializados sobre el tema. Cada uno de ellos tiene su propio canal de youtube, libros, trayectoria.

Belén Tarnowski (Pulsión de Vida)

Iñaki Puñuel

Omar Rueda


También recomiendo el canal de Franco Pisso, que no es psicólogo, pero como experto en comunicación no verbal ha analizado entrevistas a psicópatas y analizado sus micro-expresiones. La utilidad de tener esta habilidad es que las personas 

Notas

(1) La obra de la feminista italiana Silvia Federici es muy importante para esto. Ver aquí.

(2) Un ejemplo es el clásico Sexo, raza y clase de Selma James. Escrito en 1973, todavía supera a toda la palabrería interseccional que la izquierda postmoderna pretende haber descubierto.

(3) A veces en el contenido de estos influencers se notan críticas válidas al narcisismo femenino o masculino, pero están entrelazadas con generalizaciones injustas (la mayoría de la gente sigue siendo empática), se promueve el llamarle "tóxica" o "tóxico" a la ex-pareja, se promueve el cerrar filas con el propio género sin importar nociones de justicia o de verdad. En los varones actuales se están promoviendo modelos de pareja y familia que eran más propios de sus abuelos o bisabuelos, cuando las mujeres con las que van a interactuar no son nada como sus abuelas o bisabuelas. En las mujeres se promueve un doble estándar donde dependiendo de la situación se está por el 50/50 (tareas de crianza y doméstica) o por el reforzamiento de los roles de género (pagar la cuenta, protección física).

(4) Lo terrible es que esa segunda sospecha muchas veces en cierta. En Argentina, los políticos peronistas defienden las políticas sociales no por el bienestar que generan sino porque tienen efectos clientelares y por lo tanto ligados a su propia supervivencia política. Por lo tanto un psicópata que proponga la abolición de esas políticas sociales, al enfrentar al peronismo, puede adoptar las formas de un luchador contra la corrupción y la demagogia.

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