Palabras útiles para momentos de angustia

Tenemos muchos motivos para estar angustiados. La angustia es una mala consejera a la hora de pensar la realidad y nuestra respuesta ante ella. Este es un recordatorio para usar cuando veas a otros en situaciones de angustia.

Introducción a la realidad humana contemporánea

Vivimos en una civilización en decadencia económica, política y cultural.

Incluso sin percibir la decadencia desde datos objetivos(1) podemos percibirla en la cultura política de nuestro país, en los contenidos de los medios masivos de comunicación, en las artes, en las redes sociales. En esta época se necesitan grandes dosis de ingenuidad o de autoengaño para ser optimista sobre el futuro humano.

Este mismo proceso de ascenso, pico y declive lo han vivido otras civilizaciones en la historia(2). Tarde o temprano nos iba a tocar a nosotros. La tribu del autoengaño optimista dice que todavía estamos en el ascenso, y que nos espera un futuro de mucha más abundancia energética y material, de 3% de crecimiento anual del PBI, donde la tecnología resuelva todos los problemas humanos (incluso hablan de "resolver" el cambio climático y el declive del petróleo). La tribu del apocalipsis dice que ya estamos en el final de los tiempos, que mañana mismo se viene la distopía anticipada por The Walking Dead o por Mad Max. La realidad es más compleja y hasta podríamos decir más aburrida que la que ofrecen estas dos narrativas.

Los análisis de la realidad suelen detenerse en el rumbo de las finanzas, de la política y de la cultura. Pero detrás y debajo de esos sistemas, están los materiales y la energía.

La sangre de esta civilización es el petróleo, y si bien el petróleo viene en declive, está lejos de haber perdido rentabilidad económica. Por más que quieran inventar los lobbistas de las energías renovables industriales o de la energía nuclear, el petróleo sigue siendo absolutamente superior como fuente de energía, por no hablar de sus decenas de derivados que no son combustibles. De manera que esta civilización no colapsará mañana, sino que continuará su decadencia por varios años más(3).

Resumido: mientras los combustibles fósiles sean económicamente viables, el capitalismo se volverá más ecocida, la política oficial se volverá cada vez más irracional, y la cultura se volverá cada vez más tribalista.

Qué significa todo esto para vos, para mí, para nosotros

En ese contexto de decadencia, la protección del ambiente, la inteligencia cívica y la decencia van a ser actitudes despreciadas y castigadas. Ya lo son en algunos lados del mundo, donde a los ambientalistas los encarcelan o los matan, donde a la gente que dice verdades incómodas se la "cancela" o peor, y donde quienes no son leales a ninguna tribu se les trata de enemigos.

En esta situación la prioridad no es salir a luchar o a "pronunciarnos" sin estrategia, exponiéndonos innecesariamente, dejando que las emociones de desesperación del tipo "hay que hacer algo!" nos dominen. Antes de pasar al qué hacer veamos lo que ya estamos haciendo, porque a lo mejor tenemos que empezar por un dejar de hacer.

Tenemos que cuidarnos, establecer redes de apoyo y solidaridad, y dedicarnos a proyectos de impacto positivo a nivel comunitario en los que podamos comprometernos a largo plazo, sabiendo que el contexto general va a empeorar.

Cuando haya que salir a luchar para defender algo o atacar a algún agente del sistema, tiene que ser una acción política consistente con nuestros objetivos de máxima y con nuestros valores, con plena consciencia de los riesgos.

Es normal y justo que sintamos emociones negativas ante todo lo que está pasando y en general no es bueno reprimirlas. Pero no tenemos que permitir que nos dominen. Necesitamos cultivar la paciencia, el respirar profundo, y el contar hasta 10.

No podemos garantizar resolver todos los problemas que nos desafíen en el futuro, y además hay que distinguir entre lo que es un problema (una dificultad que podemos solucionar) de lo que es un predicamento (una dificultad que tenemos que aceptar). Pero a nivel personal, familiar y comunitario hay algo que siempre nos va a venir bien: cultivar nuestra resiliencia.

Esto lo digo y me lo digo, aprovechando que hoy puedo hacerlo. Cuando yo no pueda recordármelo, ojalá tenga cerca otras personas para que me lo digan.

Notas

(1) Tenemos para elegir: la crisis climática, la degradación de la biosfera, el declive energético, los 100 millones de refugiados, la cantidad de conflictos bélicos y Estados fallidos, la obscena concentración de la riqueza por las élites, la violencia social.

(2) Para una historia comprehensiva de la especie humana recomiendo el libro En la espiral de la energía. Para una historia de las civilizaciones que colapsaron, recomiendo el libro Colapso de Jared Diamond.

(3) A menos que un evento extraordinario y altamente improbable le tuerza el brazo a las élites y a todos los tomadores de decisión y cambie los incentivos en todos los sistemas humanos (principalmente los políticos y económicos). Si tal evento tiene lugar, bienvenido sea, pero apostar a que suceda y no planificar para los escenarios más probables es muy irresponsable.

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