Cuando los "revolucionarios" obstaculizan la investigación sobre la dominación

La realidad molesta de la dominación y su potencial emancipatorio

Cuando se discute sobre una situación de dominación, lo más frecuente y lo más políticamente correcto en ambientes de izquierda y progresistas es condenar moralmente al dominante y a su aparato, y llamar a ponerles límites o destruirlos(1).

Lo más infrecuente, pero también lo más útil, es indagar qué hace o no hace la parte dominada. ¿Qué acciones de la parte dominada están reproduciendo su situación de dominación? (2)

Si se leen los análisis de la conducta del sujeto dominado con mala intención, se concluye "¡están culpando a la víctima!" y se procede a cerrar esta línea de investigación y castigar a quien la haya iniciado. Pero si se lee dichos análisis en clave emancipatoria, con la convicción de que el sujeto dominado es el protagonista de su propia liberación, entonces lo que hay en ellos es un programa para la liberación. Combinando ese programa con creatividad y con una correcta lectura del terreno, se obtiene una estrategia de liberación.

La principal oposición a estos análisis viene del progresismo, pero también de los revolucionarios

El progresismo es conocido por imponer una narrativa victimista para explicar cualquier situación de dominación, y por seleccionar solo los hechos que apoyen a esa narrativa y excluir a los que no. Por lo tanto, una narrativa donde las víctimas tengan una cuota de responsabilidad por su situación es una aberración para lxs progres, y buscarán injuriar y destruir a quienes la promuevan.

Los revolucionarios tienen otros motivos para oponerse a la incorporación de la responsabilidad del sujeto dominado. Si la gente común, lo que ellos llaman "las masas", nos hacemos responsables de nuestro propio destino y de nuestra propia liberación, pues ellos se quedan sin trabajo. Porque la existencia de los revolucionarios se justifica en que la gente no puede liberarse por sí misma, entonces tienen que surgir los especialistas de la liberación, que son ellos. Ellos se van a ocupar del programa y de la estrategia, el resto solo tenemos que obedecerles o no meternos en su camino. Por eso también está en su interés reprimir o distorsionar los análisis y las conclusiones de lo que hacen o no hacen los dominados. Según la narrativa revolucionaria, las masas no tienen responsabilidad por su situación ya que están "alienadas" por culpa del malvado capitalismo y de sus instituciones. Solo una élite intelectual y revolucionaria puede señalar el camino para la liberación humana. Los demás solo tienen que seguirlo.

Y para asegurarse que aprendamos la lección de que sólo el militante revolucionario y/o el mártir es capaz de actuar contra el sistema, está el culto a los héroes; para que nunca olvidemos que la gente común no hacemos la historia: a la historia la hacen "los grandes hombres". Incluso gran parte del anarquismo ha caído en esta trampa(3). Y cierto feminismo ha reemplazado a los "grandes hombres" por "grandes mujeres".

Preguntas políticamente incorrectas para hacerse y hacernos

¿Qué estás haciendo vos para reproducir tu situación de dominación? ¿Qué podés empezar a hacer o dejar de hacer, sea individualmente o con otros? Si el dominado no sos vos, pero sí alguien que te importa, ¿cómo podés ayudarle?

Esas son las preguntas políticamente incorrectas de hacer en medios de izquierda o revolucionarios. Las que serán reprimidas o, si no se puede reprimir la pregunta, se reprimirán a las respuestas que saquen los pies del plato.

Respuestas donde tenga una parte la responsabilidad personal y/o colectiva de los dominados.

Respuestas que apunten a incómodas verdades sobre la humanidad en general (incluso antes de este sistema).

Respuestas que lleven a la acción directa y al pensamiento autónomo, sin mediación del partido revolucionario o de la ideología revolucionaria.

Adónde no se atreven a ir "los revolucionarios" o adonde no quieren que vayas: ahí hay que ir.

Notas

(1) Cuando se le pregunta a los proponentes más radicales "¿Destruirlo cómo? ¿Por qué lo reemplazamos?" las respuestas suelen venir de una ideología dogmática o ir por el lado del "después vemos".

(2) El enfoque científico para ayudar a víctimas de violencia doméstica incluye a las dinámicas de dependencia emocional y la sujeción de la propia conducta a mandatos familiares/culturales por parte de la víctima. La relación violenta es abordada como un sistema, donde también se considera la agencia de la parte victimizada. Este abordaje da como resultado las acciones que la parte victimizada puede hacer (o dejar de hacer) para liberarse de la relación violenta.

(3) Por lo menos en el anarquismo argentino, es fuerte el culto a los mártires de Chicago, a Severino Di Giovanni, a la CNT-FAI, y a los ajusticiadores de represores como Kurt Wilckens y Simón Radowitszky. Se habla más sobre los y las grandes anarquistas que sobre la anarquía misma.

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