Hebe de Bonafini: NI OLVIDO NI PERDÓN

Hebe de Bonafini y el genocida César Milani

Acaba de morir Hebe de Bonafini, dirigente de las Madres de Plaza de Mayo.

El olvido y el perdón de la izquierda argentina

La misma izquierda social y partidaria que los 24 de marzo marcha diciendo "ni olvido ni perdón", hoy va a perdonar y olvidar la traición y los crímenes políticos de Hebe de Bonafini para poder hacerle homenajes y así salvar cara.

Algunos izquierdistas cobardes, generalmente los mismos que parasitan el peronismo, ya han recurrido a la táctica de minimizar los crímenes políticos de Bonafini usando la palabra "diferencias" o "contradicciones".

Otros izquierdistas, generalmente aquellos que militaron junto a Bonafini en los 70, en los 80 o en los 90, practicarán la amnesia selectiva excusándose por razones de sentimentalismo, diciendo cosas como "elijo quedarme con la Hebe que luchaba" y cosas por el estilo.

Otros izquierdistas, queriendo ser originales, se reservan un lugar "no-sesgado" que critica tanto a los homenajes como a los balances.

Ya vimos todo esto con la muerte de Maradona. El homenaje servil, el homenaje "crítico" y las payasadas "neutrales".

La resistencia es hacer balances en vez de homenajes

Ante esta bancarrota moral e intelectual, la resistencia pasa por hacer balances en vez de homenajes. El "ni olvido ni perdón" es un principio moral a aplicar contra nuestros enemigos de clase. Porque en eso se transformó Bonafini desde el 2003 en adelante.

No vamos a olvidar ni perdonar cómo Bonafini se vendió al kirchnerismo. Cómo tiró mierda sobre Julio López a días de su desaparición y jamás pidió disculpas. Su corrupción en Sueños Compartidos. Su abrazo con el genocida Milani. Todas estas son verdades de público conocimiento, solamente negadas por peronistas.

¿Y el pasado heroico de Bonafini en los 70? ¿Su intransigencia en los 80 y en los 90? Tampoco lo olvidamos. Este pasado no compensa ni mitiga sus últimas décadas de traidora a la causa de los derechos humanos. Todo lo contrario: hace que su traición sea más aberrante, y que sus crímenes sean más condenables.

Hebe de Bonafini vivió sus últimas décadas como cuadro peronista y por lo tanto como enemiga de las luchas por los derechos humanos bajo gobiernos peronistas.

Ella contribuyó, con Estela de Carlotto, a que gran parte de la población vea a los derechos humanos como un curro del kirchnerismo/cristinismo. Esto ha hecho retroceder a la lucha por los derechos humanos en Argentina.

Teniendo todos esto en consideración, el balance de la vida y obra de Hebe de Bonafini es extremadamente negativo. Murió una gran traidora.