El peronismo, etapa superior de la Junta genocida



Muchos lamentamos la división de las marchas del 24 de marzo que empezó a institucionalizarse con el kirchnerismo y los organismos de derechos humanos subordinados al peronismo.

Le teníamos bronca al kirchnerismo por "cooptar" a organizaciones y referentes que teníamos en buena estima.

Hoy tenemos que concluir que esto fue algo bueno. En el sentido de que dividió lo que tiene que estar separado y aporta claridad sobre la verdadera relación de fuerzas.

La lucha por los derechos humanos en Argentina es minoritaria. Tanto si hablamos de:

  1. los derechos humanos violados por el terrorismo de Estado de 1973-1983.
  2. los derechos humanos que son violados desde el 83 en adelante por un aparato represivo que se fortalece en presupuesto y en efectivos todos los años.
  3. los derechos humanos que son violados por el capitalismo agro-extractivista argentino, especialmente por los desalojos y hostigaciones a poblaciones campesinas y originarias, las fumigaciones con agrotóxicos sobre barrios y escuelas, y la contaminación del agua por la megaminería.
La lucha por memoria, verdad y justicia para las víctimas y sobrevivientes del terrorismo de Estado ha sido lastimada de gran manera por el desprestigio resultante de su asociación con el kirchnerismo. La corrupción de Hebe de Bonafini, tanto en Sueños Compartidos como en su abrazo con el genocida Milani, sumándole los vínculos de Estela de Carlotto y sus familiares con el poder político peronista, han ayudado a instalar en gran parte de la sociedad que los derechos humanos son un negocio más.

Esto es un retroceso. Es una derrota.

Pero peor derrota sería seguir llamándole "compañeros" y "compañeras" a los y las militantes y votantes (¡y funcionarios!) del poder político responsable de todo esto. Peor derrota sería que las víctimas y quienes no fuimos víctimas pero que queremos justicia por ellas sigamos mezcladas con sirvientes políticos de los victimarios. Peor sería que sobrevivientes de la AAA o hijxs de sus víctimas convivan con peronistas que ni mencionan a la AAA y actúan como si el terrorismo de Estado hubiera empezado el 24/3/76.

El peronismo, tanto por su origen fascista como por su función de gestor del capitalismo argentino, es enemigo de los derechos humanos. Así que tiene que estar en la vereda de enfrente de la lucha por los derechos humanos. Está bien que esté en la vereda de enfrente. Está bien que todo el discurso peronista sobre los derechos humanos esté lleno de hipocresía y de demagogia. No hay que añorar los tiempos donde estábamos juntos y revueltos en esa ficción llamada "campo popular", que sólo servía para que los explotados se subordinaran políticamente a los explotadores.

Hay que aprovechar esta separación, hay que aprovechar que no tenemos al peronismo dentro de nuestros espacios, para decir todas las verdades que antes nos callábamos diplomáticamente para "no romper la unidad del campo popular".

  • Hay que difundir más el terrorismo de Estado peronista de 1973-1976.
  • Hay que difundir más la colaboración de burócratas peronistas con la dictadura para desaparecer activistas sindicales antiburocráticos.
  • Hay que exigir la apertura de los archivos empezando desde 1974. 
  • Hay que difundir más los crímenes de la dirigencia de Montoneros contra sus propias bases.
  • Hay que denunciar las violaciones de derechos humanos pos-dictadura, tanto las cometidas por el aparato represivo como las resultantes del ecocidio capitalista, que generalmente ocurrieron y ocurren bajo gobiernos provinciales y nacionales peronistas.
  • Hay que difundir que a pesar de los cambios de régimen y de gobiernos, a pesar de que los genocidas de los 60/70 hoy están muertos o son ancianos, el Estado argentino sigue siendo el mismo. Es más, el Estado argentino cometió genocidios desde su nacimiento: contra el pueblo paraguayo en la guerra de la triple alianza y contra los pueblos originarios desde las campañas de Rosas y Roca, pasando por la masacre de Rincón Bomba bajo Perón, y hasta el día de hoy mediante gobiernos provinciales (generalmente peronistas).

Ver al peronismo claramente como parte del Estado genocida, que hoy además es también ecocida, es una posición moral e intelectual ganada. Hay que consolidarla.

Comentarios

  1. Estoy muy de acuerdo con vos. ¿Cómo aportar a la generalización de, y a consolidar, esa posición anticapitalista, antiestatista, antiperonista y por los derechos humanos? Decís hay que difundir, exigir, denunciar....pero desde quiénes, desde cuál autoorganización ...y dudo que esas acciones consigan real y efectivamente la percepción:conocimiento que suscite compromiso con cambio radical. Por eso, propongo, diálogos deconstructivos de sentidos comunes y mitos de la producción capitalista de subjetividades acordes con el orden social e internacional del sistema. Diálogos arraigados en las luchas emancipatorias de territorios culturales y geográficos. Eso pienso.

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