¿Qué es el fascismo?

Foto titulada: "Los pueblos no se equivocan"

Introducción/síntesis

El fascismo como régimen político es una dictadura de partido único que ejerce un control totalitario sobre la población de un país. El fascismo como ideología busca movilizar al pueblo de un país detrás de la voluntad de un Movimiento conducido por un Caudillo.

La ideología fascista es ante todo un nacionalismo exacerbado que identifica Tierra, Pueblo y Estado con un partido/movimiento y su líder/conductor/caudillo.

Una vez el fascismo llega al gobierno, lleva a cabo todo lo que puede la fusión del Estado con el Caudillo y de ambos con la idea de Nación, y de ésta con la de Pueblo.

Varias características del fascismo

La siguiente recopilación es una producción colectiva con unos cambios menores por mi parte.

• Promoción del fanatismo y el culto al Caudillo. El Caudillo es un intérprete de los intereses y necesidades del Pueblo, la “voluntad popular” se expresa a través de él.
• Utilización permanente de la demagogia por parte del Caudillo y sus tenientes.
• Cierre de filas en torno al Movimiento: “o estás con nosotros o contra nosotros”. Quien se oponga a la voluntad del Caudillo es inmediatamente un enemigo del Movimiento.
• Identificación del Movimiento con la patria y con la felicidad del pueblo. Por lo tanto toda persona calificada de enemiga del Movimiento es considerada también antipatria y antipueblo.
• Discurso y estéticas plebeyas. Se habla de una "oligarquía" enemiga del pueblo contra la cual el Movimiento está llamada a pelear.
• Antiliberalismo. La división de poderes de la república es vista como un elemento antinacional o favorable a "las oligarquías". El poder ejecutivo se presenta como la más genuina expresión de la voluntad popular. Por lo tanto el poder legislativo y el judicial tienen que responder al ejecutivo.
• Creación de la idea de una fuerza enemiga externa que amenaza a la patria y que tiene personas y agrupaciones aliadas en el país: toda crítica o acción contraria al Movimiento y al gobierno caudillista es por lo tanto un favorecimiento a esas fuerzas enemigas de la Patria. A todo crítico del Movimiento y del Caudillo se le puede llamar "cipayo", "vendepatria", o alguna palabra equivalente. Incluso identificarlo como agente de alguna potencia extranjera.
• Cooptación/destrucción de toda organización popular preexistente. El objetivo es que las organizaciones de la sociedad civil estén controladas por el Estado y sus dirigentes sean adictos al Caudillo.
• Concentración de los medios de comunicación. Ya sea a través de un multimedio estatal, o de la compra de medios por parte de empresarios “amigos” del régimen. Disciplinamiento a los demás medios con la censura, el boicot o la distribución discrecional de la pauta estatal. Medio de comunicación crítico = enemigo. Sistematización de propaganda invasiva.
• Creación de una palabra especial para deshumanizar y estigmatizar a quien no sea partidario del régimen.
• Diseño de una nueva historia de la nación que beneficie al Movimiento y al Caudillo. Se establece una conexión del Caudillo con algún pasado glorioso y con figuras importantes del imaginario popular. Negacionismo de todo hecho que “manche” la integridad de la nueva versión histórica (por ejemplo, la historia clasista e internacionalista del movimiento obrero).
• Promoción de una actitud de genuflexión y agradecimiento en el pueblo. “Nuestra felicidad empezó con el gobierno del Caudillo. Él nos devolvió la dignidad y nos dio nuestros derechos. No hay que ser desagradecidos.”
• Militarismo y/o fortalecimiento del aparato represivo. Adoctrinamiento de las fuerzas represivas y creación de fuerzas paraestatales subordinadas directamente al Caudillo o a uno de sus tenientes. Profundización de la vigilancia y el control social, incentivando la delación en la vida cotidiana.
• Promoción de un ideal de seguidor: disciplinado, entregado y acrítico, siempre leal al Caudillo y al Movimiento, haga lo que haga y se ordene lo que se ordene.
• Uso intensivo de símbolos y emblemas del Movimiento en la educación y en el ámbito público. Adoctrinamiento escolar.
• Institucionalización de fechas especiales para el Movimiento, en las que se promueven movilizaciones para exaltar la figura del Caudillo y para que "las masas" recuerden todo lo que tienen que "agradecer".
• Exaltación de valores patrióticos y/o raciales (incluso con la idea de mestizaje). Marginación de minorías extranjeras/étnicas/religiosas que no puedan ser integradas por el Movimiento.

Preguntas para provocar la reflexión y el debate

¿Alguna/s de estas características te suena familiar? 

¿Qué partido/movimiento político de tu país reúne varias de ellas? ¿Por casualidad son los populistas?

¿Cuál es la actitud de la izquierda y de los autoproclamados revolucionarios en tu país ante esos partidos/movimientos? 

Quienes les llaman "fascistas" a políticos neoliberales o a liberales de derecha suelen ser los mismos que son críticos blandos o llaman al "apoyo crítico" de los partidos populistas distinguiéndolos de "la derecha", ¿no?

Por qué considero que esto es relevante hoy

Porque el fascismo se ha aggiornado a estos tiempos neoliberales como "populismo".

La dogmática izquierda marxista considera que el fascismo sólo es posible en "países imperialistas" y por lo tanto ha sido inútil para la lucha contra el fascismo en Latinoamérica.

Sumándole a la tara del anti-imperialismo, la izquierda marxista incluso ha apoyado a regímenes fascistas o con las características del fascismo sólo por estar enfrentados a Estados Unidos.

Esta izquierda imbécil, subordinada y parásita del populismo, inútil para la lucha antifascista, ha apoyado a regímenes como el de Venezuela o, cuando dejó de apoyarlos, pasó a una postura "neutral" de no condenarlos, para "no alinearse con el imperialismo y la derecha".

Porque en Latinoamérica han surgido partidos y referentes conservadores y reaccionarios contra el populismo, generalmente de la mano (o usando la máscara) del liberalismo económico, y esta izquierda estúpida les llama a "fascistas" a estas tendencias. Necesitamos distinguir entre conservadores, reaccionarios y fascistas para tener una estrategia política eficaz, al menos en lo defensivo.