Sobre el meme "si no tuvieras miedo, ¿qué harías?"

 

Sé que la frase "Si no tuvieras miedo, ¿qué harías?" se encuentra en un contexto narrativo. La suele usar gente anti-sistema para interpelar a la persona común para que se rebele ante las injusticias puntuales o estructurales. También se puede usar para darle valor a alguien para que luche por realizar sus sueños en la vida. Esta frase se ha difundido tanto que se la puede considerar un meme (en el sentido de equivalente cultural de los genes).

Es peligroso asumir que un meme siempre se va a interpretar desde nuestra narrativa

La gente anti-sistema que difunde este meme suele creer que si la mayoría de la humanidad si no tuviera miedo a las consecuencias de sus acciones, nos convertiríamos en Durrutis o Di Giovannis, destruiríamos a este sistema opresor y viviríamos en libertad. O renunciaría a sus trabajos alienantes y se dedicaría a hacer cosas creativas, maravillosas, constructivas, hermosas y buenas para el prójimo.

Pero imaginemos otras narrativas que se beneficiarían de una ausencia de miedo. ¿Qué opinarías si este meme se difundiera entre neonazis? Ellos también son una minoría marginal que quieren transformar a la sociedad y enfrentan una gran dosis de adversidad. Les haría bien algo de coraje. ¿Queremos que lo tengan?

Imaginemos a alguien con inclinaciones a la pedofilia, o a torturar y matar gente. También son actividades penalizadas por la sociedad. Por más retorcido y repugnante que nos parezca, existen individuos para los cuales esa sería la vida de sus sueños, y no se atreve a realizar sus sueños por miedo al castigo del Estado, a la venganza de sus víctimas, o por el daño a su reputación.

Yendo a ejemplos más mainstream, también existen CEOs, políticos, dictadores y superestrellas con sueños personales que requieren ecocidios, derroche de recursos y sufrimiento humano para su realización.

Sabiendo lo que sabemos sobre la humanidad, ¿queremos realmente que todo el mundo tenga el coraje de realizar sus sueños?

El papel evolutivo del miedo

El miedo es una emoción desagradable. Pero está ahí para alertarnos ante amenazas a nuestra supervivencia. Los humanos descendemos de animales que le tuvieron el suficiente miedo a sus depredadores para huir de ellos ni bien detectaban su presencia. Es más: descendemos de antepasados lo suficiente miedosos para huir ni bien sospechaban de la cercanía de un depredador, ante el más mínimo ruido o movimiento que les pareciera extraño.

Si ese movimiento o ruido era un animalito inofensivo o solamente el viento, quienes no huyeron podían burlarse de quienes sí huyeron. Pero si efectivamente era un depredador, los que huyeron fueron los que se salvaron. Esos son los genes que llegaron a nosotros mediante millones de años de selección natural.

En las sociedades modernas y urbanas, los peligros a nuestra supervivencia son otros. Está desde el peligro al daño físico por otros humanos (voluntaria o involuntariamente) hasta el peligro hacia nuestra reputación, pasando por el peligro a perder nuestro sustento económico. ¿Estos miedos son algo malo?

Conclusiones

Si no tuvieras miedo, ¿qué harías? Perjudicar tu situación y la de tu gente cercana horriblemente. Vos y las personas a tu cuidado quedarían terriblemente expuestas a dolor innecesario y muy posiblemente una muerte temprana. A cambio de los pocos momentos heroicos que podrías generar, te convertirías en un ejemplo negativo de persona totalmente irresponsable. Nadie podría confiar en vos ni querría seguir tu ejemplo. Le darías un argumento a los defensores del orden actual.

Definitivamente tampoco queremos fomentar el exceso de miedo (que incluso tiene consecuencias negativas para la salud física y mental), pero deshacernos del miedo es un consejo estúpido. Lo que sí es útil es manejar al miedo. Lo que sí es útil es el coraje de hacer lo correcto o necesario a pesar de tener miedo. A esto último lo matizo con que también necesitamos la inteligencia para hacer lo correcto en el momento correcto, para así lograr el efecto deseado.

Si queremos comunicar un mensaje de rebelión ante la injusticia y de coraje ante la adversidad, tenemos que diseñarlo para que sea interpretado de la misma manera, por los sujetos a los que nos interesa dirigirnos, que van a estar en diferentes contextos.

Lectura recomendada

REFLEXIONES SOBRE EL MIEDO EN EL SIGLO XXI: FILOSOFÍA, POLÍTICA, GENÉTICA Y EVOLUCIÓN