La autoayuda que nos destruye


¿Los judíos enviados a los campos de concentración estaban en un "poderoso momento de transformación"?

¿Los palestinos y los ucranianos necesitan "confiar en el proceso"?

Y el pequeño detalle: ¿las personas somos materia prima de un proceso de fabricación?


¿Los niños esclavos tomaron malas decisiones cuando estaban en la panza de su madre? ¿O habrá sido en sus "vidas pasadas"?

¿Vale lo mismo para las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual?


La gente con cáncer porque productores agropecuarios la fumigan desde el aire con agroquímicos, ¿sufre por "querer controlarlo todo"?

La gente con cianuro en sus organismos porque una minera les contaminó el río del cual toman agua, ¿"se aferra a lo que no puede ser"?

La gente con trastorno bipolar, depresión clínica, y otras enfermedades que son hereditarias, ¿sufren por "vivir en su mente y perderse el presente"?

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Alguien puede pensar que estas críticas son injustas, porque "obviamente" los casos que menciono son ejemplos donde esta filosofía de la autoayuda no se aplica.

Sin embargo, sí se aplica. Ese es el problema.

La autoayuda es un salvavidas de plomo en casos de depresión

Tanto el viejo sentido común como el pensamiento positivo son tan contraproducentes para la gente con problemas de salud mental que los expertos han tenido que armar listas de cosas que NO hay que hacer ni decir cuando alguien sufre depresión (una de las enfermedades más difundidas en todo el mundo). Una de las cosas a no hacer es usar frases huecas, aunque suenen profundas.

Se han escrito libros a partir del estúpido principio "No estás deprimido, estás distraído". Dicha frase se ha transformado en un cliché que la gente, bien intencionada, le dice a la gente deprimida. Pero no es la única.

Otro artículo sobre qué decir y qué no decir en casos de depresión revela que frases de pensamiento positivo como "sé feliz", "disfruta de la vida" sólo hacen las cosas peores. También aquellas frases que se dirijan a decir que la persona es culpable de su depresión, que está decidiendo estar deprimida. ¿Suena familiar? ¿De dónde vienen?

No son estupideces "random". Tienen su origen en esta filosofía de la autoayuda. Podemos prestar atención a las cientos de placas con frases de autoayuda que abundan en Facebook y en otras redes sociales y de ellas podríamos deducir que estar deprimido es resultado de una actitud. 

Pero la depresión es una enfermedad. Por lo tanto tiene que ser tratada por profesionales de la salud. En este caso, profesionales de la salud mental. No por curas, pastores, manosantas, gurús. Por lo tanto es preciso aprender sobre la depresión mediante fuentes científicas, y no dejar que estos chantas o el prejuicio sean los que la definan.

La autoayuda que re-victimiza a sobrevivientes de abuso



Menciono el último caso de re-victimización, el de Federico Paz. Un gurú que ya era turbio antes, ahora salió a decir que los niños sexualmente abusados atrajeron ese abuso a sí mismos.

No es ni la primera ni la última vez que va a pasar esto, porque culpar a la víctima y excusar al sistema/agente agresor es una consecuencia lógica necesaria de la ideología de la autoayuda. No solo en el caso del abuso sexual infantil, sino en otros abusos, desde el bullying hasta la estafa.

Más allá de las acciones que se puedan tomar para castigar a Federico Paz y -ojalá- prohibirle su actividad, seguirá habiendo gente que ejerce este discurso re-victimizante. Quizás tengan la astucia de decir barbaridades re-victimizantes fuera de las redes sociales y en espacios seguros para ellos, pero las dirán. Y la gente desesperada por un sentido para su vida, las creerá. Igual que creen en Cristo las personas que fueron "salvadas" por el evangelismo.

Enfrentar una ideología con otra sería dispararnos en el pie. Más allá del repudio a esta consecuencia puntual de la ideología de autoayuda, es nuestra responsabilidad investigar y dar a conocer las perspectivas científicas sobre el abuso sexual infantil, dada por profesionales e instituciones comprometidas. Por ejemplo, esta guía de la UNICEF sobre abuso sexual a niñas, niños y adolescentes. Pero no sólo ella. Cualquier fuente que se base en una investigación rigurosa, con evidencia. El testimonio de sobrevivientes es valioso también.

La autoayuda favorece a personas que no son éticas

Ni bien recordamos que todo esto de la autoayuda y las "terapias alternativas" es una ideología, también podemos darnos cuenta que el discurso de una persona que adhiere a una ideología puede estar totalmente desconectado de su ética. Pues la ética está dictada por lo que una persona hace cotidianamente, no por los valores que dice tener.

Es posible para una persona brutalmente individualista el servirse de un discurso basado en la compasión hacia todo ser viviente para adornar su egoísmo como una postura iluminada. Es posible para una persona que posa de "sanadora" proceder con personas sufrientes pontificando un deber ser y sin practicar la empatía ni por un segundo. Es posible y frecuente que la persona perjudicial para una comunidad sea la que llame "tóxica" a la gente que no le compra su mierda. Es posible y frecuente que las personas que son fans de los verbos "fluir" y "soltar" midan a las personas según les sean ayudas u obstáculos, útiles o lastres.

Es posible para personas habilidosas con el lenguaje el dominar una jerga esotérica para sonar sabias, y así lograr que su opinión sea más tenida en cuenta que la de gente que sí sabe de salud mental o de lo que sea que se hable. Así Deepak Chopra, un gurú de la autoayuda, logra vender libros donde mezcla su misticismo con términos de mecánica cuántica, y así actuar como si "la ciencia" validara su ideología(1).

Conclusión: hay que prestar más atención a lo que la gente hace que a lo que dice o cree. Porque el lenguaje es un arma en manos de alguna gente.

¿Por qué prospera la autoayuda?

Creo que hay una razón histórica de gran peso para explicar el auge de la autoayuda y del evangelismo (que es la autoayuda para pobres) en los últimos lustros del siglo XX y lo que va de este siglo. Esa razón es la muerte del movimiento obrero. El movimiento obrero defendía a las familias laburantes del capitalismo no solo en lo económico, también en lo ideológico y en lo cultural. La lucha de clases no sólo era por el poder sino por el sentido de la vida. Al morir el movimiento obrero y no ser reemplazado por algo que cumpliera un rol similar, vivimos la hegemonía más profunda de la cosmovisión capitalista, lo cual crea un margen para que sobrevivan las viejas religiones, las versiones 2.0 de las religiones abrahámicas, y toda la constelación astrología-new age-espiritualidad, donde prospera la autoayuda. Ni hablar si estas falopas proveen necesidades importantes como comunidad, contención, comprensión, reconocimiento, apoyo emocional. Incluso aunque tomen más de lo que dan, los individuos no abandonan el vínculo con estas ideologías-comunidades porque sienten que perderían mucho más de lo que dejarían de perder. Es fácil burlarse de toda esa gente cuando uno puede permitirse en un tratamiento terapéutico prolongado mediante obra social o prepaga.

Estoy convencido que esta ideología nefasta y sus mercaderes no tendrían tanta cabida si el sistema de salud pública, particularmente de la salud mental, fuera robusto y universalmente accesible. Es muy consistente con el neoliberalismo que se nos estimule a autogestionar individual o familiarmente aquello que tiene que ser una gestión comunitaria, o un servicio público. Entre esas cosas, la salud mental. Es esta situación de desamparo la que crea un mercado para que iglesias, sectas y chantas hagan de las suyas. De manera que luchar para que existan servicios públicos de salud mental es una manera de quitarle clientes a estas porquerías.

Para terminar

No escribí este posteo con un plan claro de qué decir, sino desde el enojo de encontrarme con esta porquería en casos de personas cercanas.

Para enfrentar abiertamente a esta ideología nefasta en el terreno del discurso, propongo practicar y hablar abiertamente a favor de la sensatez basada en evidencia. Pues ante la porquería y el vacío, mucha gente elegirá la porquería.

Termino compartiendo este muy buen video de la filósofa Roxana Kreimer sobre la literatura de autoayuda. Como decía un conductor garca de la TV de los 90: "tengan cuidado que hay mucho garca dando vueltas".




Notas

(1) Por supuesto, todo esto de los libros y seminarios es accesible para la gente de clase media para arriba. Para las clases más pobres están las religiones monoteístas y los rudos rituales de la supervivencia basados en el "hay que curtirse", "hay que lucharla". En el caso de las personas masculinas, a esto se le agrega el "hay que hacerse hombre".




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