Anti-sistema y anti-islamista también


El peligro del islamismo

Ser musulmán es una cosa y ser islamista es otra. El islamismo no es solamente la profesión de la religión musulmana, sino el movimiento dirigido a modelar a la sociedad (sus instituciones, sus leyes) según los preceptos de la religión musulmana. Por eso todos los que defendemos una sociedad laica tenemos que ser anti-islamistas. Sin culpa y sin vacilaciones.

Hay una incipiente estrategia de entrada de los islamistas en el mundo de habla hispana. Nos quieren entrar por el lado de la sensibilidad tercermundista y del progresismo inclusivo de minorías. Esto es un peligro y tenemos que estar alerta.

Hoy se muestran amistosos y abiertos y amantes de la paz y la convivencia. Pero tienen la misma agenda totalitaria que los fundamentalistas católicos y los evangelistas.

La experiencia europea

En Europa la izquierda suele estar subordinada a la corrección política y los islamistas han explotado esta debilidad y estupidez con mucho éxito. Capitalizando el carácter de minorías y la piel marrón de los inmigrantes de países árabes, han exigido a las sociedades europeas que sean consistentes con su propaganda de tolerancia y pluralismo, y han explotado la "culpa blanca" de la clase media progresista para exigir un trato privilegiado para los musulmanes (so pena de ser acusado de insensibilidad, etnocentrismo, racismo, xenofobia, "islamofobia").

Bajo la consigna del multiculturalismo, en el debate público se ocultan las dificultades de asimilar/integrar, en países occidentales, a inmigrantes de otras culturas no-occidentales y a inmigrantes musulmanes en particular. Esto ha creado el terreno fértil para que los islamistas puedan prosperar en sociedades que con mucho esfuerzo habían hecho un gran avance contra la religión cristiana. En Inglaterra han logrado someter a territorios a la ley Sharia, con tribunales propios y todo. De manera que se tiene un derecho para nativos y otro para los inmigrantes musulmanes con la excusa de "respetar otras culturas". Esto es un retroceso para la universalidad de los derechos humanos.

¿Quienes, en Europa, están levantando la voz sobre este asunto? Básicamente centristas/derechistas laicos/ateos (como Richard Dawkins, Ayaan Hirsi Ali, Douglas Murray), el etno-nacionalismo europeo (que ha levantado cabeza en estos años) y los pocos izquierdistas que se atreven a defender valores liberales contra el Islam, exponiéndose a ser "cancelados" por sus propias filas. Incluso las feministas occidentales han caído en dobles estándares vergonzosos, donde abandonan en la práctica cualquier forma de solidaridad con las mujeres oprimidas por el Islam y toleran estupideces como un "feminismo islámico".

¿Hay peligro de que pase algo parecido en Latinoamérica? Sí. Aquí tenemos una izquierda subordinada al populismo y al nacionalismo (ya sea el del Estado-nación o de la "Patria Grande latinoamericana"). De manera que si los islamistas explotan esta debilidad y estupidez, podrían presentar al Islam como la religión de los oprimidos por el imperialismo occidental y así conseguir la solidaridad izquierdista. Sería una pena que solamente la derecha laica, el sionismo o el nacionalismo católico levanten la voz sobre el peligro islamista. Por eso escribo esto, para promover voces de izquierda/antisistema sobre este asunto.

Los izquierdistas/antisistema en Latinoamérica ya tenemos bastantes problemas con el cristianismo. ¿Para qué darle fuerzas a algo más fundamentalista y más fanático todavía? Los islamistas también hubieran marchado contra el derecho al aborto, el matrimonio igualitario, el divorcio, la educación sexual integral. Hasta quizás envalentonarían más a los fanáticos de las otras religiones y veríamos levantar la cabeza al creacionismo y otras tendencias oscurantistas hoy reprimidas. No tenemos que permitirlo. Tenemos que empezar a generar anticuerpos.

¿Pero no vamos a alienar a los musulmanes moderados?

Esta es una preocupación estratégica legítima. Quienes somos de izquierda/antisistema no queremos ser asociados con los fundamentalistas religiosos de "la competencia" ni con xenófobos. No somos nacionalistas, solemos ser ateos, queremos sociedades abiertas.

Pero tampoco nos conviene adoptar esta porquería de la tolerancia absoluta que propone el progresismo blanco. Tenemos que ser francos y directos sobre las cosas que no toleramos. Si no toleramos el sometimiento de la mujer al varón, eso le tiene que quedar clarísimo a cualquier inmigrante (todavía no le queda claro a un montón de nativos). No podemos tener doble vara a este respecto. Un marido que golpea a su esposa es un criminal y tiene que ser castigado por la ley independientemente de la religión que profese y de la cultura que venga.

Si no toleramos el adoctrinamiento religioso a los niños, y repudiamos cuando el catolicismo y el evangelismo sabotean la educación sexual integral y el acceso al conocimiento científico, tiene que quedar claro que tampoco toleraremos el adoctrinamiento musulmán.

Si repudiamos las creencias y el discurso homofóbico cuando vienen del cristianismo, tiene que quedar claro que también lo vamos a repudiar si vienen del Islam.

Si defendemos la libertad de expresión, incluyendo ridiculizar las estupideces de la Biblia y caricaturizar a Jesús, tenemos que defender la libertad de expresión para hacer lo mismo con el Corán y con Mahoma.

La estrategia que propongo hacia los musulmanes moderados es comunicarles que vamos a aceptarlos en nuestras comunidades mientras sean moderados. Es decir, en tanto y en cuanto acepten valores liberales como la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, el derecho a una educación laica y científica para todos, el alcance universal de los derechos humanos (sin relativismo cultural). Cosas que estamos lejos de lograr completamente en nuestras comunidades, es cierto. Pero no queremos perder lo logrado y vamos a luchar en contra de quienes quieran llevarnos hacia atrás.

Si a alguien esto parece "ir al choque", le animo a que se dé cuenta de los beneficios a largo plazo de empezar una relación duradera desde la honestidad. Y de hecho, tenemos que tener en cuenta que algunos de los inmigrantes vienen escapando, justamente, de sociedades islámicas. Hay 13 países donde ser públicamente ateo o apóstata te puede significar la muerte. Todos son musulmanes. ¿Cómo los vamos a recibir? ¿Permitiendo que lo mismo que les oprimía en sus países de origen arraigue también acá?

Hay gente que quiere seguir siendo religiosa y al mismo tiempo vivir en una sociedad laica, beneficiarse con el conocimiento científico, ser sujeta a una legislación secular igual para todos, y ejercer su autonomía en su vida personal en vez de estar sometida a autoridades religiosas. Ser anti-fundamentalista es la mejor manera de crear este ambiente y de protegerlo. Si querés ser aliado de los musulmanes moderados, sé anti-islamista.

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