Me voy de Facebook

Facebook ha creado en mí un ciclo reactivo (y adictivo) que es leer estupideces y querer corregirlas, leer hijoputeces y querer castigarlas, ver cosas con las que acuerdo y están muy bien expresadas y expresar mi apoyo entusiasta, o ver discusiones interesantes y querer participar de ellas. 

Los "escapes" a este ciclo reactivo, que comienza a la mañana y termina antes de dormirme, pasan por leer artículos/libros, consumir podcasts, y la ciencia ficción. Leer artículos/libros me sirve para profundizar mi conocimiento sobre algún tema; consumir podcasts para ampliar mi mirada a otros temas y otras realidades; y la ciencia ficción para ejercitar mi imaginación y también aprender sobre ciencia. 

Lo que aprendo con mis estudios + el curso de las discusiones en las que participo influye en lo que escribo para este blog. Considero que en mi blog está lo más productivo de mi pensamiento, lo que más me interesa compartir porque creo que puede resultar más útil a los demás. 

Es hora de abandonar Facebook porque desde hace rato que siento que los contras son mayores que los pros. Ya es mala señal haber clasificado a las actividades formativas y productivas como "escape". 

Mi visión de la humanidad ha cambiado en estos años, para peor. Muy posiblemente porque el algoritmo selecciona lo que sabe que más me llama la atención en un sentido negativo. 

Afortunadamente en mi vida cotidiana no me cruzo con escoria cristinista, stalinista o nazi. En Facebook está toda junta, orgullosa de ser lo que es y disfrutando del daño que le hacen al mundo con su existencia. Creo que sentir odio por el peronismo, el stalinismo y el nazismo es señal de cultura y de decencia. Pero sentir odio por gente que no conozco por la opinión que tienen o por el grupo al que pertenecen no me parece nada sano. Y para que ese odio decrezca lo tengo que dejar de alimentar.

Al mismo tiempo, Facebook me permitió contactarme con gente por la que siento compañerismo, gente de la cual he aprendido y con la que tuve interacciones muy edificantes. Perder el contacto con esa gente es lo que más lamentaría de irme de esa red. También gracias a Facebook he participado en discusiones muy interesantes. Confío en que la gente que realmente desea interactuar conmigo encontrará la manera, y que hay avenidas más sanas para encontrarme con discusiones interesantes.

Hace poco creé en Facebook una página para promover este blog. En los próximos meses haré el experimento de restringir mi experiencia en Facebook solo a esa página. Si noto que incluso eso me sigue haciendo mal, entonces cortaré ese lazo también.