Maradona y la lógica del supermercado a la hora de los balances

La lógica del supermercado

"Me quedo con el Maradona que nos sacó campeones en el 86, el que dio alegría a millones de personas con su fútbol, y el que enfrentó a los poderosos."

Así operan muchos argentinos, sobre todo progres y de izquierda, a la hora de hablar de Maradona.

Como si una persona fuera un conjunto de momentos y cualidades y nosotros pasáramos con un changuito para poner en él lo que nos gusta de esa persona y dejar en la góndola lo que no.

La injusticia para las víctimas de la figura

Estos "balances" donde la gente de izquierda, progre o feminista rescata la figura de Maradona resaltando los hechos que más le gustaron ideológicamente, es algo tremendamente injusto para las víctimas.

Mavys Álvarez es una mujer cubana que tenía 17 años en el 2001, cuando Maradona y su entorno la manipularon para que fuera "la novia" del futbolista, lo que condujo a su secuestro, violación, e inicio en la drogadicción.

Este caso fue un shock para la Argentina del 2021. Ya previamente se habían filtrado fotos de Maradona desnudo con menores de edad en Cuba, pero este testimonio obligó a posicionarse a izquierdistas y feministas. Muchas de estas personas no pasaron la prueba moral, y ahí tenemos al "feminismo maradoniano" por un lado, y a los izquierdistas/progres maradonianos también (otro síntoma de la clásica subordinación del izquierdismo latinoamericano al populismo).

Otras cosas que izquierdistas, feministas y progres maradonianxs dejan en la góndola es el Maradona consumidor de prostitución adolescente en Cuba, el Maradona abandonador de hijos y el Maradona menemista. La decadencia moral del progresismo y el izquierdismo argentinos hacen posible la gran hipocresía de la no-condena de estos actos cuando los comete Maradona u otro ídolo, cuando se ha condenado actos similares e incluso mucho menores cuando los comete cualquier otra persona.

El egocentrismo detrás de esta lógica y su consecuencia: la inmadurez moral y emocional

Pero además de ser injusta para las víctimas, esta lógica del supermercado es ultra-egocéntrica.

El propósito de esta lógica del supermercado es solucionar el siguiente problema: ¿cómo hago para reivindicar a esta persona que cometió actos aberrantes, contrarios a los valores que yo defiendo, y seguir siendo una persona de izquierda, progresista, feminista? 

Esto es una estrategia de autodefensa del ego. Algo que no sólo está en contradicción con el (teórico) interés del izquierdismo y el progresismo en el bien común y en el bienestar de "las masas". También es contrario a la maduración moral e intelectual.

No es posible madurar emocional y moralmente sin recibir golpes dolorosos al propio ego. Me refiero a reconocer que estuvimos equivocados, que fuimos engañados y manipulados, que cometimos injusticias, que fuimos cobardes, que fuimos egoístas, que hicimos el mal pensando que hacíamos el bien, que confiamos en la gente equivocada, que fuimos soberbios y necios... El ego, por una cuestión de autodefensa, va a dar una y mil vueltas para evitar esos momentos. Si le hacemos caso, entonces evitamos momentos de dolor a costa de no madurar ni moral ni emocionalmente.

La gente que vive así llega a los 40, 50, 60 sin ser realmente madura. Solamente aprendieron a copiar las formas de la sabiduría en vez de su contenido, y cada vez que pueden capitalizan políticamente su edad para darle a su opinión más valor del que merece (y para desmerecer opiniones mejores cuando las da gente de menor edad).

Apéndice sobre las "contradicciones"

"Toda persona tiene contradicciones. Nadie resiste un archivo. ¿Quiénes son para juzgar a Maradona? ¿Ustedes son puros?"

Este argumento parece serio únicamente cuando nos olvidamos de la diferencia que hay entre las contradicciones que tiene cualquier persona y los crímenes como el abuso de menores, el secuestro y la violación.

Creo que la gran mayoría de la gente que repite este argumento de las contradicciones seguramente no abusó de menores, no lo haría, y repudiaría a cualquiera de su entorno que lo haga. También creo que si alguien abusara de tu hija no dirías del abusador "bueno, es una persona con contradicciones como todo el mundo. ¿Quién no tiene un esqueleto en el placard?".

Mi vida de laburante me ha llevado a comprender que mantener un empleo significa aguantar injusticias y estar dispuesto a tolerar o incluso cometer actos inmorales. Cuando tenés la responsabilidad de mantener a una o más criaturas, ya no estás primero.

Ese "barro" de la supervivencia es el origen de muchas de nuestras contradicciones. Es algo a lo que muy pocos privilegiados escapan y entiendo el resentimiento hacia ellos, especialmente cuando hablan sobre lo que es moralmente correcto sin haber pagado ningún costo por hacerlo. Pero los crímenes de Maradona no se explican por su origen social "villero" (algo que a los progres les encanta resaltar). Todo lo contrario: tanto ellos como su impunidad se explican por su situación privilegiada.

Hay que gente que piensa que defendiendo a Maradona de la condena moral por sus crímenes están defendiendo a la gente común condenada a la ambigüedad moral de la supervivencia. Se equivocan terriblemente. Lo que están defendiendo es el derecho de los privilegiados a establecer lo que está bien y lo que está mal, y después crearse excepciones para sí mismos cuando les convenga.

¿Y cuál es la alternativa a todo esto?

La alternativa es tener la valentía de no huir de la verdad por más que nos duela. Ponernos en el lugar incómodo de considerar que fuimos engañados y reconocerlo ante otros, si lo comprobamos. 

Si fuimos conocidos por decir una opinión X con mucha seguridad, y ahora descubrimos que X es falso o lleva a consecuencias indeseadas, cambiar públicamente de posición no sólo puede llevarnos a algunos momentos de vergüenza ("¿pero cómo? ¿vos no decías X y ahora decís otra cosa?"), también nos puede llevar a romper relaciones con quienes siguen sosteniendo X con mucha seguridad y pasarán a tratarnos como "traidores" o algún equivalente. 

No subestimo esas situaciones y el costo que puede tener la sinceridad en ambientes hipócritas y careta. Por algo es que escribo este blog con un pseudónimo. No soy partidario de autoinmolarse. Pero hay estupideces y agachadas que podemos evitarnos. Y la defensa de Maradona es una de ellas.

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