En defensa de la muerte


La mala prensa que recibe la muerte y el miedo a la muerte me llevaron a unas reflexiones iniciales, que luego fueron enriquecida discutiendo el tema con amigos. Este artículo es como una pasada en limpio de esa discusión. 

El papel de las religiones

Desde que las sociedades se orientaron a dominar la naturaleza y las clases dominantes aspiraron a ser dioses, se ha asociado a la muerte con la oscuridad y se han creado historias sobre una vida después de ella.

Los dominantes son dominados por la dominación. El ejercicio y el hábito de la dominación les obliga a vivir exclusivamente desde el ego. Por supuesto que les aterra la desaparición del ego. De ahí que sus doctrinas independizan al ego del cuerpo llamándole "alma" o alguna palabra similar, y hacen al alma de tal manera que sea inmortal y pueda sobrevivir sin el cuerpo.

Como los ricos y privilegiados querían seguirlo siendo después de muertos, se inventaron "la vida después de la muerte", o el afterlife en inglés. En el antiguo Egipto las construcciones para (algunos) muertos pasaron a ser más importantes que las construcciones para los vivos. Desde los faraones que todas las clases dominantes han tenido el mismo sueño, y es comprensible por su psicología adicta al poder.

El aporte de las religiones abrahámicas

Las religiones abrahámicas preservaron lo principal de lo anterior (dioses, alma que sobrevive al cuerpo, afterlife) pero "democratizaron" el acceso a la afterlife. Cualquiera, rico o pobre, sería juzgado con la misma vara luego de su muerte, y según sus actos en relación a la Ley, iría al cielo o al infierno. Esto creó la ilusión para las capas oprimidas de la sociedad que luego de la muerte serían finalmente libres e iguales. Al naturalizar la existencia en la Tierra como un "valle de lágrimas" se hizo más importante la recompensa del cielo y el castigo del infierno.

Pero esto ha significado un cambio en la concepción de la muerte. Para los de abajo este aferramiento al ego llamado "alma inmortal" no tiene que ver con mantener privilegios, sino con una promesa de una justicia divina que compensara la injusticia terrenal. Si los oprimidos sufrían pacientemente, al final irían al cielo y sus agresores al infierno. Justicia. Luego de una vida  miserable siendo explotados para enriquecer a otro, tendrían una eternidad de descanso y alegría en la compañía de Dios y sus seres queridos. Justicia. Claro, esto funcionaba y funciona bárbaro para el status quo terrenal, pero indica un cambio de dirección. Los de abajo compran lo que venden los de arriba por sus propios motivos.

El cuento de un alma inmortal pasando una eternidad con algún dios sería una historia de terror si no nos hubieran acostumbrado a esa idea por siglos. Pero para la gente mencionada anteriormente, una eternidad de nada sería una pesadilla. El privilegiado perdería todo lo acumulado durante su vida, y el oprimido sólo habría vivido para ser oprimido.

La fantasía perversa del infierno abrahámico, donde un alma inmortal es torturada por una eternidad, dice la verdad sin quererlo: lo más terrible de ese infierno no es el sufrimiento sino la ausencia de muerte.

¿Hay alternativa?

Mis lecturas en cuanto a la cosmovisión de los pueblos no-estatales son escasas y estoy abierto a que cualquiera me corrija. Mi principal fuente para las distintas religiones/cosmovisiones según el modo de producción (cazadoras-recolectoras, agrícolas, industriales) es En la espiral de la energía.

En la cosmovisión de las sociedades cazadoras-recolectoras o forrajeras "los fenómenos naturales tenían vida y conciencia (animismo); es más, el planeta era una criatura viva. Todo estaba interrelacionado a través de un espíritu-fuerza, con el que los seres humanos intentaban estar a bien a través del sostenimiento de los equilibrios. Las personas se concebían como una parte más de esa madeja, en general la central situándose como el pueblo elegido, pero una parte al fin y al cabo."

Otra tesis del libro es que la relación con los otros, más que la individualidad, era la principal influencia en la conformación de la identidad de las personas. El "yo" configurado en relación con los demás miembros de la tribu (p/madre, hijx, hermanx, amante, amigx).

Me da la impresión de que la muerte no era lo mismo en esas sociedades. Que al no haber un mundo divino sobrenatural, separado del cotidiano, la esencia o espíritu de las personas formara parte del Todo en cualquier momento. Que la muerte se viera como transformación o disolución en el Todo más que como final (al que hay que inventarle una historia posterior).

Hoy sabemos con certeza científica dos hechos (seguro hay más) que dan sensatez a esta cosmovisión: que nuestros cuerpos vienen de la Tierra y regresan a ella. Que todos los átomos de nuestros cuerpos salieron de las estrellas; químicamente somos polvo de estrellas.

Si "tus" átomos van a ser parte de todo el planeta cuando ya no los necesites, ¿qué más trascendencia necesitás?

Conclusiones muy personales

Quiero vivir mi vida para que cuando la muerte llegue yo ya esté satisfecho y listo para descansar, no para empezar a otra vez (como con el mito de la reencarnación) o para pasar la eternidad con un imbécil.

¿"La muerte es solo otro camino"? Dejate de joder, Gandalf, quiero que sea el final.

Las religiones de las clases dominantes han calumniado a la muerte convirtiéndola en una desgracia. Que no se malentienda: es una desgracia para una familia y para la tribu la muerte de alguien joven y saludable. ¿Pero la de alguien que ya tuvo sus buenas décadas en este mundo? Vamos.

Quiero un mundo con menos miedo a la muerte. Sin estupideces sobre que la vida es sagrada. Basta de poner a la vida en el lado del bien y a la muerte en el lado del mal. Si no hubiera muerte la vida sería como un cáncer invadiendo todo. La muerte es una parte imprescindible del ciclo de la existencia.

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