Murray Boockhin y el municipalismo libertario


Sigo estudiando a Murray Bookchin y su propuesta de municipalismo libertario. En este caso hago la reseña de un texto de 1984 llamado Seis tesis sobre municipalismo libertario (sólo 20 páginas, léanlo).

Resumen de Seis tesis sobre municipalismo libertario

Tesis I

En las críticas marxista y anarquista al capitalismo, se ha desplazado el énfasis de la comunidad al lugar de trabajo. Esto ha causado una infiltración de valores burgueses en la ética y objetivos de estas contestaciones al capitalismo. Por ejemplo, la idea de la dominación de la naturaleza y la de reconstruir la sociedad naturalizando la división del trabajo creada por el desarrollo capitalista.

El lugar de trabajo no ha resultado ser una escuela para que el proletariado se emancipe a sí mismo. Al contrario, es un lugar no solo de explotación sino de subordinación a jerarquías, disciplinamiento casi militar, embrutecimiento y obediencia ciega. El proletario solo se encuentra a sí mismo como ser humano fuera del trabajo y no en él.

Comentario: recuerdo la enajenación del trabajo analizada por Marx en sus Manuscritos de 1844.

Tesis II

La ciudad, según Bookchin, ofrece una comunidad humana más deseable que la tribu, unidad por lazos familiares y de costumbre, ya que ofrece una comunidad de personas unidas por valores éticos basados en la razón. Lo cual lleva a la aceptación del extraño por su humanidad.

En dicha comunidad se da el espacio para la política entendida como la gestión de los asuntos comunes por parte de seres humanos libres. Este origen de la política en la polis hay que rastrearlo para diferenciarlo de su perversión estatista actual.

Aproximaciones no estatistas a la política han sido las diferentes Comunas que han tenido lugar fuera y contra los Estados.

Tesis III

Así como Bookchin propone distinguir lo político de lo estatal y/o parlamentario, también propone distinguir lo civil de la urbe y la acción ciudadana de la urbanización. La intención es recuperar la ciudadanía como la comunidad política entre humanos libres e iguales. Utilizando una frase de Rosseau: "Las casas forman una urbe, pero solo los ciudadanos forman una ciudad".

Bookchin observa que desde la polis griega hasta hoy ha ocurrido una mutación del ciudadano a una criatura del Estado (votante, contribuyente, sujeto de derechos).

"Un pueblo, cuya única función política es la de votar delegados, no es pueblo en absoluto; es una «masa», una aglomeración de mónadas. La política diferenciada de lo social y lo estatal, supone la reestructuración de esas masas en asambleas totalmente articuladas, supone asimismo la formación de un cuerpo político dentro de la idea de debate, de la participación racional, la libertad de expresión, y a través de fórmulas democráticas radicales de toma de decisiones.

(..) 

Para formar estas asambleas y que además funcionen, es necesario que los propios ciudadanos se formen también, ya que la política es baladí si no tiene un carácter educacional y si esa idea de nueva apertura no está promoviendo un carácter formativo."

Tesis IV

Aquí Bookchin hace una crítica de experiencias como la Comuna de París:

"La supremacía de la asamblea, como fuente de política por encima de cualquier organismo administrativo, es la única garantía, dentro de la existencia individual, para que prevalezca la política sobre el estatalismo."

La delegación de funciones de la asamblea al aparato administrativo, y la autoridad dada a éste por encima de la asamblea, termina haciendo que pierda la asamblea democrática y gane el Estado (el existente o uno nuevo). La asamblea de barrio, que tenga bien en claro su identidad, es la verdadera base de la vida cívica.

Aquí también Bookchin alerta contra las fórmulas abstractas para la democracia libertaria, que pueden degenerar en dogmas o propuestas anacrónicas. Resalta el valor que tiene una intelectualidad con experiencia en la vida comunal para crear un movimiento político libertario capaz de animar la vida pública libertaria en su comunidad y, en el momento correcto, formular las ideas concretas para la creación de cuerpos públicos libertarios opuestos al Estado.

Tesis V

Aquí Bookchin muestra su optimismo en los "nuevos movimientos sociales", articulados en problemáticas sociales que trascienden los intereses de clase, como la de género y la ecológica, para la formación de un sujeto "pueblo" que haga cuerpo un interés general y vaya a la asamblea. Sin olvidar que el pueblo está dividido en clases con intereses materiales antagónicos, y que la palabra "pueblo" se ha utilizado para esconder esto último, tampoco hay que subestimar los intereses ideológicos que han demostrado tener tanto o más fuerza en la conciencia (y por lo tanto en la acción) que los intereses materiales.

Aquí comento que lo único que conozco que puede legitimar esta esperanza son las asambleas ciudadanas surgidas al calor de la lucha de localidades contra la megaminería. Sin embargo, esas asambleas son antes que nada organizaciones de lucha y no embriones de cuerpos públicos libertarios.

Tesis VI

Lo que afirma Bookchin en esta tesis es extremadamente polémico. Descuenta totalmente la organización en el lugar de trabajo como factor progresivo. Argumenta que las revoluciones donde lxs obrerxs organizadxs en los lugares de trabajo tuvieron un gran protagonismo se dieron en países donde la clase obrera todavía podía recordar sus orígenes campesinos o artesanales, y donde la fábrica fue siempre vista como un lugar de supervivencia.

Es mordazmente crítico de la esperanza que tuvieron Marx y Engels de que la fábrica fuera un factor positivo para unir y organizar al proletariado como sujeto revolucionario. Al contrario, lo unificó y lo organizó solamente como ejército industrial para el capital.

La perspectiva estratégica que Bookchin apoya en todo este librito (que por entonces tenía por interlocutor a los anarquistas) está resumida en este párrafo:

"Con un significado totalmente radical, tenemos que volver hacia las raíces de la palabra en la polis, y dentro del inconsciente vital de la gente, de forma que se cree un espacio para una interrelación racional, ética y pública, que, a su vez, de lugar al ideal de la Comuna y de las asambleas populares de la era revolucionaria."

Mis reflexiones

Cada vez Bookchin me gusta más, aunque estoy empezando a ver cosas con las que no coincido tanto o que me parece que necesitan más desarrollo o alguna actualización. Eso es algo saludable, indica que el comunalismo es un pensamiento vivo y que puede seguir desarrollándose. Al contrario del marxismo y de mucho anarquismo, donde "está todo dicho" y lo que queda es repetir fórmulas diseñadas hace más de un siglo.

Mi formación en el comunismo de consejos ya me había prevenido contra la corrupción del sindicato y del partido, sin embargo seguía dándole un valor positivo a la organización de fábrica como base para los Consejos/Soviets y la reorganización de la sociedad sobre bases comunistas y democráticas. La propuesta de Bookchin me está diciendo que esa perspectiva también está agotada e intuyo que tiene razón. A lo mejor es sólo adecuada en tiempos revolucionarios, pero porque el impulso revolucionario vendrá desde fuera de la fábrica y la oficina, escenarios de alienación, y las invadirá. La revolución tomará los espacios de trabajo, no vendrá desde allí. ¿De donde vendrá? Bookchin pone su esperanza en los barrios y en los lugares comunales de vida cívica.

La clase obrera actual es una clase obrera hecha por el capital para el capital. No son campesinos o artesanos recientemente proletarizados. Hoy tener un trabajo estable en la industria se ha convertido en un privilegio, el obrero industrial puede mirar desde arriba al laburante del sector servicios, mucho màs precarizado.

Coincido con André Gorz en que esta clase es incapaz de llevar a cabo la socialización del aparato productivo donde ella es mano de obra esclava. La revolución estará en el barrio, en las plazas, fuera de los ámbitos laborales. En todo caso, entrará a los ámbitos laborales desde afuera. No porque el obrero tenga conciencia de clase, sino porque el obrero sabrá que es más que un obrero.

La propuesta de Bookchin: recuperar la identidad ciudadana, la vida cívica y la política de una manera antagónica contra el Estado. Me gusta. Seguiré explorándola.

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