La trampa de las masas

Salvo bellas excepciones (que ilusionan), cuando la gente se moviliza masivamente suele hacerlo contra sus intereses como individuos y como grupo.

La ideología revolucionaria, que tiene fe en la emancipación de estas masas, debe sortear mil obstáculos o dar un montón de rodeos para explicar por qué una minoría puede dominar, y tan eficientemente, a una mayoría. Alienación, hegemonía, violencia simbólica... hay sofisticadas herramientas teóricas que, valiosas y todo, siempre encuentran alguna manera de victimizar a la gente y culpar a algo abstracto como "el sistema". La fe extra-teórica (pre-teórica) de la gente revolucionaria es que, algún día, las masas se librarán del yugo de la opresión y se convertirán en seres humanos libres.

Después están los populismos que directamente dicen que las masas son sabias e inteligentes, que cuando ponen encima suyo a un caudillo están haciendo lo que está bien, que ese es un verdadero ejercicio de libertad. Este populismo critica a las "vanguardias iluminadas" no por instinto libertario (desde los bolcheviques que sabemos que una vanguardia en el poder = una dictadura brutal) sino porque son su competencia. Los populistas (o sea, los fascistas pero en "democracia", sin campos de concentración) son la élite mejor disfrazada, porque usan el traje plebeyo de la anti-élite, del "hombre de pueblo". Cuando critican a los bolches por su vanguardismo parece que representaran al pueblo llano rebelándose ante las pretensiones de dominio de una camarilla de intelectuales. Pero ellos también son una camarilla de intelectuales, pasa que su dominio es muchísimo más eficaz porque promueven que la gente actúe y piense como masa para la política, igual que ya lo hace para muchas otras cosas (ir al trabajo, consumir) en las zonas metropolitanas.

Sin coraje intelectual y moral no vamos a ningún lado. Las masas han sido estúpidas, han sido enemigas de su libertad, han sido contrarrevolucionarias más veces que revolucionarias. Hay que admitirlo. No hay vanguardias. Y si las hay, son la vanguardia en la carrera hacia el barranco.