Hey, marxistas: ¿Se acuerdan de las fuerzas productivas?
"El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social."
Estas palabras son las de Marx en su Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859). Es uno de los textos fundamentales para ver, en forma resumida, el pensamiento marxiano sobre la sociedad y la historia.
Luego de varios debates he identificado que uno de los obstáculos para que muchxs marxistas reconozcan que vamos hacia un colapso civilizatorio es un materialismo inconsecuente. Hablan de las fuerzas productivas como si no tuvieran límite físico alguno. Como si se pudieran seguir desarrollando en cualquier situación medioambiental, climática y geológica. Algunxs protestarán que sí reconocen esos límites en teoría. Pero yo me refiero a que no los reconocen en la práctica. Porque eso es lo que significa "en teoría".
El materialismo no empieza con la lucha de clases ni con la ley del valor
El materialismo de gran parte de lxs actuales marxistas empieza y termina con la lucha de clases, y no con las fuerzas productivas materiales y las relaciones de producción. Eso les convierte en idealistas incluso en relación a Marx.
Existen marxistas como Rolando Astarita y sus discípulxs que van un paso más adelante y hacen un análisis riguroso de la economía mundial y nacional, utilizan la teoría del valor, e incorporan la lógica del capital a sus análisis de coyuntura. Eso les honra intelectualmente, y les hace más materialistas que lxs anteriores. Reconocen la correlación de fuerzas con mucha más precisión, y por lo tanto sus propuestas políticas y de acción para las luchas obreras son mucho más sensatas que, por ejemplo, las trotskistas.
Pero estxs marxistas más avanzadxs comparten con sus colegas más atrasadxs el siguiente sobreentendido: Que el capitalismo continuará indefinidamente desarrollando las fuerzas productivas materiales.
Lxs marxistas han abandonado el estudio de las fuerzas productivas materiales y de su desarrollo. Estudio que Marx sí llevó a cabo para escribir El Capital.
Si se considera a las fuerzas productivas materiales como una cuestión que ya está “resuelta”, lo único que nos queda es hacer política basada en la lucha de clases para quitarle el poder a la burguesía. Ese es el idealismo que lxs marxistas más avanzadxs comparten con lxs más atrasadxs.
Pero la cuestión de las fuerzas productivas materiales no está “resuelta” de ningún modo como para abandonar su estudio. No solo el estudio hacia el pasado (que a algunxs marxistas les ha sido útil para liberarse del dogma trotskista del “estancamiento”). Más importante aún es el estudio hacia el futuro.
Si estamos de acuerdo, como materialistas, que el conjunto del edificio social se apoya sobre las fuerzas productivas materiales, ¿qué pasará si estas declinan en vez de crecer? ¿Y qué pasará si siguen creciendo, agotando los recursos naturales en que se basan? Estos son problemas que muy rara vez se han planteado en la bibliografía marxista, ni hablemos de los partidos de izquierda dominados por una concepción ejecutiva de la militancia. Y en esto coinciden con la burguesía, que ha ignorado sistemáticamente al informe Los límites del crecimiento por 50 años.
Emular a Marx y Engels es más importante que citarlos
Aunque Engels fue el más conocido por escribir sobre las ciencias naturales, los estudios especializados sobre la vida y obra de Marx y Engels demuestran que Marx llenó cuadernos enteros de manuscritos con sus investigaciones en biología, química, geología.
“La investigación de Marx para El Capital incluyó un cuidadoso estudio del trabajo de Justus von Liebig sobre la química agrícola, que describió como “más importante para este tema que todos los economistas reunidos”.” (Ian Angus)
Marx sí estudió las fuerzas productivas materiales, y llegó a estudiar lo que pudo del contexto natural de su desarrollo, legando un concepto que ha sido más fecundamente desarrollado por la corriente del eco-socialismo: el de fractura metabólica entre la sociedad capitalista y la naturaleza.
Otra diferencia de Marx y Engels con la mayoría de marxistas es su visión histórica de largo plazo. Estudiaron sobre el feudalismo, las civilizaciones antiguas y las culturas primitivas. El trabajo de uno de los padres de la antropología (Lewis Henry Morgan) fue entusiastamente leído por ambos y las notas de Marx fueron incorporadas por Engels en su El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. En sus Grundisse Marx dedicó un apartado a las formaciones sociales precapitalistas, de donde se extrajo aquella cadena esquemática que empieza en el comunismo primitivo, prosigue con el modo de producción esclavista, el feudal, y culmina con el capitalista.
Hasta allí llegaron Marx y Engels. ¿Era su intención que nos detuviéramos ahí? ¿Que de ahí en adelante nos dedicásemos a convertir su obra en textos sagrados? No lo creo.
Qué ha pasado desde entonces
¿Cuál era el contexto histórico de Marx como escritor de El Capital? Principios de la segunda mitad del siglo XIX. La población mundial todavía no alcanzaba los 2.000 millones y su gran mayoría todavía vivía en el campo. El principal combustible fósil era el carbón. La máquina de vapor movía telares, trenes, barcos. Las ciudades todavía no estaban electrificadas. Las emisiones de CO2 ya estaban ascendiendo rápidamente pero faltaba un siglo para que superen el récord geológico de los últimos cientos de miles de años.
Desde entonces ha habido un avance vertiginoso de las tecnologías y de las ciencias. Parte de los avances científicos se han aplicado a mejorar la calidad de vida, parte a explotar aún más al planeta y a la fuerza de trabajo humana, y otra parte está estudiando las (nefastas) consecuencias de hacer todo esto.
Paleoclimatología
Gracias a estudios sobre casquetes polares podemos saber la temperatura y la concentración de CO2 en la atmósfera de miles de años hacia el pasado y podemos darnos cuenta que están relacionados.
Si examinamos solamente la evolución del CO2 encontramos que estamos en niveles históricos record.
Si hacemos un zoom a la parte más reciente podemos ver que el ascenso empieza con nuestra revolución industrial y se dispara en la posguerra.
Combustibles fósiles y su quema
En esa última curva ascendente que empieza por 1950 tenemos el boom de posguerra, que también coincide con el boom del petróleo. En este periodo tenemos la aplicación de fertilizantes basados en el petróleo que revolucionó la agricultura (revolución verde), la explosión demográfica causada por esto último, la fabricación masiva de automóviles para consumo popular, la demanda de mayor electricidad (centrales termoeléctricas), y la utilización del petróleo en decenas de productos (para empezar, todos los plásticos). Nuestra civilización se hizo dependiente de un combustible que, como el carbón y la madera, libera CO2 a la atmósfera cuando se lo quema.
El aumento del CO2 en la atmósfera incrementa el efecto invernadero, y desde hace décadas que científicxs nos vienen advirtiendo sobre el peligro que esto significa. El famoso científico y divulgador Carl Sagan lo hizo en 1980. Desde la creación del Panel Intergubernamental de expertos sobre Cambio Climático (IPCC en inglés) en 1988, los informes son cada vez más alarmantes.
Está demostrado que el aumento del CO2 atmosférico ocasiona un aumento de la temperatura promedio global y esto tiene sus múltiples consecuencias en los ecosistemas. Si esta tendencia se mantiene, lugares enteros del planeta se convertirán en inhabitables por sequías, inundaciones (el nivel del mar está aumentando debido al derretimiento de los polos), y fenómenos climáticos extremos. Esto conducirá a crisis migratorias que harán quedar a la crisis siria como una miniatura. También se proyecta que el clima afecte al rinde de los cultivos, multiplicando las hambrunas. Esto ya es lo suficientemente terrible si podemos imaginarnos las consecuencias sociales y geopolíticas en un mundo con 8 mil millones de personas y aumentando (se proyectan 10 mil millones hacia 2050).
Las eras geológicas, la agricultura y la civilización
La era geológica actual, el Holoceno, se ha caracterizado por una temperatura relativamente cálida y estable que ha permitido el desarrollo extensivo de la agricultura, y por lo tanto la multiplicación de la especie humana. El Holoceno es el principal factor material que explica la transición del Paleolítico al Neolítico. Sin condiciones climáticas aptas para la agricultura todavía dependeríamos de la caza y la recolección para alimentarnos, y eso nos empujaría a ser nómadas o al menos semi-nómadas.
Actualización del materialismo histórico: La fuerza productiva material de la agricultura y las civilizaciones basadas en ella dependen de este equilibrio climático que hemos empezado a amenazar desde la primera revolución industrial. Ya se debate que hemos entrado en una nueva era geológica debido a nuestra creciente capacidad de afectar los ecosistemas: el Antropoceno.
Si el aumento de temperatura media global supera los 4 grados centígrados para final de este siglo, se proyecta un escenario catastrófico para la vida humana y la vida terrestre y marítima en general. Las condiciones climáticas podrían volver a ser similares a las del Pleistoceno, haciendo imposible la agricultura.
Perspectiva: el Homo Sapiens existe hace unos 300.000 años. La primera civilización de la que se tiene registro es la sumeria (3.100 AEC). O sea, de esos 300.000 años, llevamos poco más de 5.000 años de civilización. ¿Qué nos hace pensar que nuestro futuro será una infinita línea de progreso a civilizaciones cada vez más complejas, a partir de un chispazo que ocupa el 1,7% de nuestra existencia? ¿La “ley de la negación de la negación”?
El peak oil o pico del petróleo
Buena noticia: los combustibles fósiles no van a durar para siempre, así que las emisiones de CO2 no van a ser infinitas. Mala noticia: las emisiones pueden ser lo suficientes como para modificar el clima y hacer imposible darle de comer a los 8 mil millones que somos (y aumentando).
Buena noticia: el petróleo no va a durar para siempre, sí o sí tendremos que hacer una transición energética donde se le dé prioridad a las energías renovables. Mala noticia: las renovables ni de cerca pueden cubrir el vacío energético dejado por el petróleo, y además esta transición tendríamos que haberla comenzado en los 80.
Buena noticia: el petróleo se está agotando. Con fracking y todo, hemos pasado el pico de la extracción de crudo en el 2005. Mala noticia: el petróleo se está agotando. Si no hacemos a nuestras sociedades más resilientes para afrontar esa futura escasez energética y de todos los materiales producidos en base a petróleo, esto significará la muerte y el sufrimiento de cientos de millones, sino miles.
En el tema del pico del petróleo existe mucho menos consenso (y mucho más negacionismo) que en el tema del cambio climático antropogénico. Pero tanto si hemos pasado el pico o si éste todavía está lejano, hay algo indiscutible: el petróleo es un recurso no renovable y la civilización capitalista no tiene un plan B energético. Vamos camino a caer desde una gran altura. Y cada año que pasa, esa altura crece.
La superpoblación, un tema tabú para la izquierda
El problema que plantea el crecimiento exponencial de la población y el crecimiento lineal de los recursos tuvo el infortunio de ser planteado por primera vez por Thomas Malthus, un burgués.
El desarrollo revolucionario de la producción por el propio capitalismo pareció darle un mentís a su Ensayo sobre el principio de la población. Además, desde la izquierda se tomó a todo planteo problematizador de la población como “maltusianismo”: una perspectiva que legitima la desigualdad social y da pie a ideas genocidas en base a criterios clasistas y/o racistas.
El problema, se ha dicho desde la izquierda, no son nuestros números, sino una minoría que dirige la producción para su propio lucro (o peor, el capital guía la producción y los capitalistas son meros funcionarios del capital). Con la producción y distribución de riqueza en manos de la comunidad, habría suficientes recursos para todos.
El tema es que “suficientes recursos” es una medida sociocultural. El mismo Marx da la pista cuando habla del valor de la fuerza de trabajo como el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla. O sea, el valor de las mercancías que la familia trabajadora debe comprar para que su fuerza de trabajo se reponga. Mercancías que van cambiando con la sociedad. ¿Consume igual un estadounidense promedio que un hindú promedio? Tampoco lo hacía un estadounidense de hoy respecto a uno de hace 50 años.
Vamos a un ejemplo. Una dieta altamente basada en carne vacuna es ecológicamente insostenible para todo el planeta, siendo los ovinos altos emisores de gas metano (un gas de efecto invernadero 21 veces más potente que el CO2), grandes consumidores de agua y de alimento (una parte importante de las tierras de cultivo son para alimentar ganado), la gestión del bosteo, el combustible gastado en la distribución de la carne, la electricidad gastada en las cadenas de frío, todo lo cual también tiene su impacto ambiental. Sin embargo, socioculturalmente, en muchos países no comer carne es visto como señal de pobreza.
No solo nuestros números son el problema (y lo son): en mayor medida lo es el consumo de recursos per cápita. El error que se le puede señalar a Malthus fue no haber tenido en cuenta que el consumo de recursos puede variar socioculturalmente. No es el mismo impacto ambiental el de un estilo de vida consumista que el de un estilo de vida austero. Tomando esto en cuenta podemos combatir aquel maltusianismo de derecha que quiere descargar las culpas de la superpoblación en los pobres y en el “tercer mundo”.
Con el próximo agotamiento de los combustibles fósiles, y el colapso del sistema agroalimentario mundial basado principalmente en ellos, la escasez de alimentos será una realidad para muchas regiones del mundo y Malthus aparentemente tendrá razón. Si cuando llegue el debate sobre la población la izquierda continúa en su actual postura negacionista, el maltusianismo de derecha no tendrá ningún obstáculo. Un maltusianismo de izquierda debe plantear el decrecimiento poblacional, pero siempre en conjunto con el decrecimiento del consumo.
Ser materialista en el siglo XXI
Es hora de volver al estudio del desarrollo de las fuerzas productivas y agregarle el estudio de las condiciones ambientales para ese desarrollo.
Volviendo a Marx en el Prólogo:
“Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo.”
Quienes sigan el ejemplo de Marx y estudien el desarrollo actual de las fuerzas productivas materiales van a llegar a conclusiones inquietantes e incómodas, pero interesantes para el debate e imprescindibles para cualquier acción consciente que queramos realizar.
Fuentes
Karl Marx; Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política [https://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/criteconpol.htm]
Ian Angus; Marx, Engels y el “Químico Rojo”: El legado olvidado de Carl Schorlemmer [http://www.laizquierdadiario.com/Marx-Engels-y-el-Quimico-Rojo-El-legado-olvidado-de-Carl-Schorlemmer]
Wikipedia; Curva de Keeling [https://es.wikipedia.org/wiki/Curva_de_Keeling]
Joaquim Elcacho; El gas del cambio climático marca un récord nunca visto en la historia humana [https://www.lavanguardia.com/natural/20190514/462242832581/concentracion-dioxido-cabono-co2-atmosfera-bate-record-historia-humanidad.html]
Carlos Taibo; Colapso. Capitalismo terminal, transición social, ecofascismo [https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjHk5jCn9PqAhUyAtQKHVXBDJUQFjAAegQIARAB&url=http%3A%2F%2Fwww.fondation-besnard.org%2FIMG%2Fpdf%2Ftaibo_-_colapso_final-1.pdf&usg=AOvVaw35ZR-hkK782NoMKi2jyvJn ]
Ramón Fernández Durán y Luis González Reyes; En la espiral de la energía. Historia de la humanidad desde el papel de la energía. [https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwifrt3Yn9PqAhWgILkGHSyTDSkQFjABegQIBRAB&url=https%3A%2F%2Fspip.ecologistasenaccion.org%2FIMG%2Fpdf%2Fen-la-espiral-de-la-energia_vol-1.pdf&usg=AOvVaw1G-v1JIDAvvwjcqv7JW1_n | https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwifrt3Yn9PqAhWgILkGHSyTDSkQFjAAegQIAxAB&url=https%3A%2F%2Fwww.ecologistasenaccion.org%2FIMG%2Fpdf%2Fen-la-espiral-de-la-energia_vol-2.pdf&usg=AOvVaw2MrA-3k_xqaJwhMX32oXkm]
John Gowdy; Nuestro futuro cazador-recolector: cambio climático, agricultura y descivilización. [https://www.15-15-15.org/webzine/2020/02/20/nuestro-futuro-cazador-recolector-cambio-climatico-agricultura-y-descivilizacion/]
Carlos Pagura; Por el cambio climático, en 2100 la Argentina sufrirá 4 grados más y el mar subirá hasta un metro [https://www.ambito.com/informacion-general/cambio-climatico/por-el-2100-la-argentina-sufrira-4-grados-mas-y-el-mar-subira-un-metro-n5010623]
Manuel Planelles; Los expertos de la ONU urgen a tomar medidas drásticas contra el cambio climático [https://elpais.com/sociedad/2018/10/07/actualidad/1538927816_045192.html]
Jeff Gibs; El planeta de los humanos [https://www.youtube.com/watch?v=h-Yfl0k-Wqg]
Antonio Turiel; The Oil Crash [http://crashoil.blogspot.com]
Jorge Riechmann; ¿Somos demasiados? [https://www.fuhem.es/2020/02/26/somos-demasiados-reflexiones-sobre-la-cuestion-demografica/]
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